Fueron meses los de especulación desde la primera vez que se reportó sobre un nuevo Nintendo Switch mejorado, el cual se convertiría en el digno competidor con la tecnología de las otras consolas como el PS5 o el Xbox Series X (o al menos un poco). Los fans estaban emocionados por finalmente ver la secuela de Breath of the Wild en un posible 4K con una mayor velocidad de procesamiento, pero no fue así.
El 6 de junio, Nintendo comenzó el día con una noticia: un nuevo Switch para los fans. Sin embargo, no era nada de lo que ellos esperaban (basta entrar a los grupos de reddit para darse cuenta del descontento). En lugar del soñado Nintendo Switch Pro (bautizado de esa forma en las especulaciones), llegó el Nintendo Switch versión OLED, el cual como su nombre indica integra una pantalla OLED ligeramente más grande que la de la consola original, en un diseño plateado que le hace ver más “premium”, pero que en realidad no tiene una gran diferencia con la consola anterior.
Al poco tiempo del lanzamiento, Nintendo confirmó a los medios que no se había integrado nada nuevo en el CPU, ni una mayor cantidad de RAM, siendo realmente la misma consola en el interior con los mismos problemas, como falta de capacidad para procesar algunas partes de juegos como Breath of the Wild además de que está lejos de compararse a la velocidad de las consolas de nueva generación.
El problema con el Nintendo Switch OLED
El Nintendo Switch fue la vendida más consola en 2020, y se mantiene en la cima del mercado a pesar de que su consola no tiene el mismo poder que la de Microsoft o Sony. Sin embargo, el factor portabilidad y el éxito de juegos como Animal Crossing los ha llevado a mantener su éxito. Nintendo sigue apostando por los juegos más que por una consola con características de próxima generación. Sin embargo, el mismo éxito del Switch había hecho que los fans esperaran una versión mejorada y estaban listos para ello, pero el único cambio fue una pantalla OLED.
Además de la integración de la pantalla OLED, ligeramente más grande y con una calidad de imagen más clara (aunque sin cambios en la resolución), sólo se integra una base con la que se puede darle diferentes posiciones a la consola cuando no se encuentra en el Dock y una conexión LAN para Internet, lo cual era lo que buscaban los amantes de los juegos online y que se encontraban con problemas de conectividad. Asimismo, se mejora la calidad del audio. Más allá de eso, no existen cambios considerables. El almacenamiento es de 64 GB, con capacidad de expansión.
El precio de este Switch OLED será de 349.99 dólares, lo cual son casi 7 mil pesos mexicanos, lo cual resulta interesante ya que es el precio promedio del Nintendo Switch actual, con incluso algunos siendo vendidos aún a 10 mil pesos. Este es el único factor que podría atraer hacia esta actualización, y considerando que Nintendo ha mejorado sus sistemas de migración de consola a consola, podría ser el respaldo ideal para algunos.
De hecho, el gerente de márketing de productos de Nintendo declaró al poco tiempo: “Quédate con el Nintendo Switch normal si no te importa el OLED”, siendo ese el consejo básico para los que tengan duda sobre si adquirir la consola.
El Nintendo Switch OLED será compatible con todos los dispositivos de la consola original, con los Joy-Cons adaptándose a los laterales, pero un problema, según los fans, es que a pesar del lanzamiento no se ha confirmado que los nuevos Joy-Cons no tengan el problema de drift que se ha resaltado desde que salió la primera consola. Estos controles presentan fallas después de una cierta cantidad de uso, y a pesar de que Nintendo esta consciente del problema, no han ofrecido una solución clara.
Entonces, si ya buscabas un Switch de respaldo y te gusta el OLED, puede ser una opción, y también si eres un coleccionista de consolas. Más allá de eso, este Switch parece ser una decepción y siempre estará el original.
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