Johannesburgo.  Doce años después del gol de Andrés Iniesta que hizo a la selección española de fútbol campeona del mundo en Sudáfrica, el recuerdo de aquella jugada ha estado presente en la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a este país.

Era la primera visita oficial de un jefe del Ejecutivo español a Sudáfrica y era inevitable que a lo largo de su agenda no hubiera algún comentario sobre lo sucedido hace ya más de una década.

Y la cita ha venido de la mano del propio presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, quien en la comparecencia conjunta con el presidente del Gobierno y después de ofrecer su país como aliado de España en África, ha rememorado aquel 11 de julio de 2010 en el que, a cuatro minutos del final de la prórroga, España venció a Holanda y se proclamó campeona del mundo.

Sánchez ha recogido el testigo de ese comentario para recordar que fue el jugador albaceteño el autor de ese tanto.

Pero las referencias al fútbol también estuvieron presentes en la clausura del foro económico posterior que presidieron Sánchez y Ramaphosa.

Después de que su ministro de Industria comentara entre risas de los asistentes que Sudáfrica esta terriblemente dividida entre los seguidores del Real Madrid y del Barcelona y que lo que le gustaría exportar a su país son jugadores de fútbol, el presidente sudafricano condicionó una próxima visita a España a que Sánchez le prepare un partido entre ambos equipos.

El jefe del Gobierno confió en que en esa futura visita sea posible un derby, pero no desaprovechó la ocasión para advertir de que no hay que olvidar otros colores futbolísticos como los del equipo del que él es seguidor, el Atlético de Madrid.

Además, propuso un intercambio deportivo: que España exporte futbolistas y que Sudáfrica haga lo propio con jugadores de rugby.

El fútbol también estuvo presente en la primera parte de la breve gira africana de Sánchez, ya que en su etapa en Kenia y también ante el presidente del país, William Ruto, expresó su convencimiento de que España era muy conocida en África por sus equipos en esta disciplina deportiva.

Pero quiso dejar claro que España es también líder en muchos otro ámbitos y el objetivo de su Gobierno es que en el continente africano el país sea igual de conocido por ello.

La comparecencia junto a Ruto dio pie a una equivocación de Sánchez tras escuchar de boca del presidente keniano que su país se suma a la iniciativa contra la desertización que van a presentar España y Senegal en la cumbre del clima COP27 que se celebrará el próximo mes en Egipto.

Sánchez agradeció ese respaldo a una propuesta de la que insistió que era coautora Senegal, y esa referencia provocó que, poco después, confundiera en dos ocasiones Kenia con Senegal ante las sonrisas de Ruto.

El presidente del Gobierno se percató la segunda vez de su error y corrigió de inmediato, una situación que desde el Gobierno se califica de una mera anécdota.

Otra de las imágenes del viaje ha sido la de Sánchez con pala y regadera en mano plantando en la sede de Naciones Unidas en Nairobi un árbol como gesto simbólico en defensa del medio ambiente.

A partir de ahora, ese árbol crecerá junto a los plantados por otros líderes que han visitado también las instalaciones de la ONU en la capital keniana.

El más cercano al apadrinado por el presidente es el que se mantiene vivo desde 2014 tras ser plantado por el príncipe Alberto de Mónaco.

Pero si hubo un acto cargado de simbolismo en la gira africana de Sánchez fue el último de su agenda, la visita a la antigua prisión de Constitution Hill de Johannesburgo en la que estuvo recluido el que fuera presidente sudafricano Nelson Mandela.

EFE deportes

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