Managua.- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó este domingo que el Gobierno de Estados Unidos, que tiene problemas con la migración irregular en su frontera sur, «debería invertir» en el país centroamericano, que según él sigue siendo el más seguro de la región pese a la crisis sociopolítica que enfrenta.
«No sentimos una actitud de parte del Gobierno de Estados Unidos para invertir para que esos países (El Salvador, Honduras y Guatemala) tengan mejores condiciones, deberían invertir en Nicaragua porque aquí los protegemos del narcotráfico», dijo Ortega en una entrevista divulgada en el portal gubernamental El 19 Digital.
Ortega, quien al igual que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es acusado de ordenar ataques que han dejado cientos de opositores muertos, se quejó de que Estados Unidos «les quita recursos que ya están asignados (a Centroamérica) para ir a colocarlos contra Venezuela».
Durante la entrevista con periodistas extranjeros, el presidente Ortega, quien tiene a varios familiares y allegados con sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, afirmó que «Nicaragua está sufriendo los efectos de estas agresiones, económicas comerciales», aunque aclaró que «no nos referimos a agresiones personales».
Estados Unidos y Canadá han sancionado a la esposa de Ortega, Rosario Murillo, también vicepresidenta de Nicaragua; a su hijo Laureano Ortega Murillo; a su consuegro y jefe de la Policía, Francisco Díaz; y a casi diez allegados, con base a miles de denuncias por violaciones de derechos humanos contra la población disidente.
Confrontación con los católicos
Sobre las opiniones de si es un presidente que viola los derechos humanos o un líder, Ortega dijo que «la esencia» suya y su «inspiración (es) Cristo».
Asimismo Ortega, quien se encuentra confrontado con los católicos luego de que los sacerdotes salvaron la vida de miles de opositores durante ataques armados del Gobierno en 2018, mencionó que en Nicaragua «hay la más absoluta libertad religiosa».
Asimismo afirmó que en Nicaragua, donde la Policía prohíbe manifestaciones contra el Gobierno, «hay la más absoluta libertad de expresión».
Ortega además celebró que la Unión Europea, cuyo Parlamento ha amenazado a su Gobierno con sanciones similares a las norteamericanas, ya no está en «el sometimiento total» con respecto a Estados Unidos.
«Hay una nueva realidad multipolar, lo ha llevado a fracturar esa unidad monolítica (…) está entrando en una fase terminal», dijo.
Ortega ha insistido en que la «insurrección cívica» que se inició en abril de 2018, llamada así porque una aparente mayoría de nicaragüenses exige de forma pacífica su renuncia, es un «golpe de Estado fallido» contra su Gobierno, y que los nicaragüenses exiliados en Costa Rica «quieren retomar acciones armadas».
La crisis sociopolítica que vive Nicaragua ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que responsabiliza al Gobierno de Ortega por crímenes «de lesa humanidad».
Organismos humanitarios locales sostienen que el número de víctimas mortales alcanza los 595 y el Gobierno reconoce 200.
Un proceso de aplicación de la Carta Democrática está en proceso contra Nicaragua por rompimiento del orden constitucional, que de ejecutarse le suspendería de la OEA.
EFE
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