Londres.- La amenaza terrorista en Irlanda del Norte ha sido elevada de «considerable» a «grave», debido al alza de la amenaza de los disidentes republicanos, contrarios al proceso de paz, informó este martes el titular para la provincia, Chris Heaton-Harris.
Este incremento implica que los servicios secretos británicos MI5 consideran «muy probable» un ataque en Irlanda del Norte, después de que un agente de Policía fuese tiroteado el mes pasado.
La decisión ha sido tomada pocos días antes de que Irlanda del Norte recuerde el vigésimo quinto aniversario del acuerdo del Viernes Santo, firmado el 10 de abril de 1998, que puso fin a más de treinta años de violencia entre protestantes y católicos.
«El MI5 ha aumentado la amenaza en Irlanda del Norte por parte del terrorismo relacionado con Irlanda del Norte de ‘considerable’ (que es probable que se produzca un ataque) a ‘grave’ (muy probable que se produzca un ataque)», dijo el ministro en una declaración por escrito remitida a la Cámara de los Comunes (Cámara Baja británica).
«El público debe permanecer alerta, pero no alarmarse, y continuar informando de cualquier inquietud que tenga al Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI)», agregó.
En su declaración, el ministro subrayó que un reducido número de personas aún están decididas a causar «daño a nuestras comunidades» a través de actos de violencia que tienen una motivación política.
«En los últimos 25 años Irlanda del Norte se ha transformado en una sociedad pacífica. El Acuerdo del Viernes Santo demuestra cómo la política pacífica y democrática mejora la sociedad», subrayó.
El mes pasado, el detective John Caldwell, del PSNI, resultó herido tras ser tiroteado ante un centro deportivo en la localidad norirlandesa de Omagh, donde había estado entrenando a un grupo de jóvenes a jugar al fútbol.
Las fuerzas del orden vincularon este ataque a los grupos disidentes republicanos, opuestos al pacto del Viernes Santo y que buscan la reunificación de la provincia con la República de Irlanda.
El Gobierno elevó esta amenaza en momentos en que la provincia no tiene un Ejecutivo autónomo por el boicot del pro-británico Partido Democrático Unionista (DUP) de la provincia a los arreglos pos-Brexit acordados con la Unión Europea (UE), a fin de evitar levantar una frontera física entre las dos Irlandas.
El DUP -segunda formación de la provincia-, que se niega a participar en el Gobierno de poder compartido, ha rechazado el Acuerdo Marco de Windsor, firmado recientemente entre Londres y Bruselas.
Esta formación está sobre todo en contra del denominado «freno de Stormont», la herramienta que permitirá a la Asamblea norirlandesa objetar la futura legislación comunitaria.
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