El uso de pesticidas en agricultura ha sido creciente desde la revolución verde y ha contaminado aguas, suelos y alimentos, provocando importantes problemas ecológicos y sanitarios.
Se estima que en los últimos 27 años las poblaciones de insectos voladores se han reducido en un 76%, lo que representa una pérdida anual del 2,8% de la biomasa de insectos. La mitad de las especies de insectos están disminuyendo rápidamente y al menos un tercio se encuentran en peligro de extinción.
La repercusión de esta pérdida para el medio ambiente es catastrófica, dado que los insectos son imprescindibles para el funcionamiento de los ecosistemas y la producción de los alimentos, al ser responsables de gran parte de la polinización de los cultivos.
En el marco de la Semana sin Pesticidas, una campaña internacional que se desarrolla del 20 al 30 de marzo de 2019, Ecologistas en Acción reclama a todas las administraciones competentes y a los diferentes partidos políticos que se comprometan a aprobar un plan para reducir en al menos un 50% el empleo de pesticidas antes de que finalice la siguiente legislatura, es decir, como máximo en 2023.
Es esencial que en la próxima legislatura el Gobierno asuma el objetivo de reducir un 50% el empleo de pesticidas antes de 2023, como ya ha hecho Dinamarca reduciendo un 50% su dependencia de este tipo de tóxicos.
Para lograr este objetivo insta a las administraciones y a las formaciones políticas a que se comprometan a cumplir este objetivo para la conservación del medio ambiente y la mejora de la salud de la población.
Fuente: Ambientum
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