Un juez del Vaticano acusó el sábado a 10 personas, incluyendo al cardenal Angelo Becciu, por cargos que incluyen malversación de fondos, abuso de poder, extorsión y fraude en relación con la inversión de 350 millones de euros de la Secretaría de Estado en una empresa inmobiliaria en Londres.
La solicitud de acusación de 487 páginas se emitió luego de una extensa investigación de dos años sobre cómo la Secretaría de Estado manejó su vasta cartera de activos, gran parte de la cual está financiada por donaciones de los fieles. El escándalo por sus pérdidas multimillonarias ha resultado en una fuerte reducción en las donaciones y llevó al Papa Francisco a despojar a la oficina de su capacidad para administrar el dinero.
Cinco ex funcionarios del Vaticano, incluido el cardenal Angelo Becciu y dos funcionarios de la Secretaría de Estado, fueron procesados, así como los empresarios italianos que manejaron la inversión.
Los fiscales del Vaticano acusan a los principales sospechosos de estafar millones de euros a la Santa Sede en honorarios, malas inversiones y otras pérdidas relacionadas con transacciones financieras que fueron financiadas en gran parte por las donaciones de Peter’s Pence al Papa para obras de caridad. Los sospechosos han negado haber actuado mal.
Uno de los principales sospechosos, el corredor italiano Gianluigi Torzi, está acusado de haber extorsionado al Vaticano con 15 millones de euros para entregar la propiedad del edificio de Londres a fines de 2018.
Torzi ha negado los cargos y dijo que las acusaciones se debieron a un malentendido. Actualmente se encuentra en Londres a la espera de una solicitud de extradición de las autoridades italianas, que buscan procesarlo por otros cargos financieros.
Becciu, ex aspirante papal y funcionario de la Santa Sede, fue quien ayudó a diseñar la inversión inicial en Londres cuando era jefe de gabinete de la Secretaría de Estado.
Francisco lo despidió como el jefe de los santos del Vaticano el año pasado, aparentemente en relación con un tema separado: la donación de 100.000 euros de Becciu de fondos de la Santa Sede a una organización benéfica diocesana dirigida por su hermano.
Becciu originalmente no había sido parte de la investigación de Londres, pero fue incluido después de que pareciera que estaba detrás de la propuesta de comprar el edificio, dicen los fiscales, alegando que también interfirió en la investigación.
En un comunicado emitido el sábado por sus abogados, Becciu insistió en la “absoluta falsedad” de las acusaciones y denunció en la prensa italiana lo que calificó como “inigualable picota mediática” contra él.
También fueron acusados los dos ex altos funcionarios de la agencia de vigilancia financiera del Vaticano, por presunto abuso de poder.
Con información de MiamiDiario
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