Arabia Saudí.  La muerte del piloto francés de motos Pierre Cherpin ha sido la nota negativa de la 43 edición del rally Dakar en la que el francés Stéphane Peterhansel, en coches, y el argentino Kevin Benavides, en motos, alcanzaron la gloria.

Cherpin, un piloto amateur cuyo único objetivo era vivir la aventura y descubrir nuevos lugares, sufrió un traumatismo en la cabeza en la séptima etapa y tras cinco días en coma inducido falleció cuando era trasladado en avión sanitario de Yeda a Lille (Francia).

Peterhansel, ‘Monsieur Dakar’, hizo honor a su apodo con su decimocuarta victoria en 30 años, seis en motos con Yamaha de 1991 a 1998 y ocho en coches con Mitsubishi (2004, 05 y 07), con Mini (2012 y 13), con Peugeot (2016 y 17) y otra vez con Mini en la presente edición.

El francés fue el piloto que mejor se adaptó a las duras condiciones de la carrera saudí, donde la navegación alcanzó un mayor protagonismo que en otras ediciones.

La dureza del recorrido hizo que la velocidad pasara a un plano inferior y que la adaptación a las características de cada etapa fuera fundamental. Ahí apareció la experiencia de un Peterhansel que, esta vez con nuevo copiloto, Edouard Boulanger, para dominar con mano de hierro la 43 edición de la carrera del desierto por antonomasia.

El español Carlos Sainz (Mini) luchó contra el Dakar y contra las adversidades. Demasiadas averías, demasiados pinchazos y también demasiados errores de navegación. El español quizá demostró ser el más rápido, pero este Dakar primó otros aspectos.

Aún así tres victorias de etapa y un puesto en el podio no es mal bagaje.

El argentino Kevin Benavides (Honda) se convirtió en el primer campeón sudamericano del Dakar en la categoría de motos, algo que ya estuvo a punto de conseguir hace dos años.

Benavides, muy sólido durante la última semana, tuvo al británico Sam Sunderland (KTM) como principal rival para el título y al que perjudicó tener que abrir pista, tras su victoria en la etapa del jueves.

Sunderland perdió 10 minutos, ya en el primer control, con Benavides y a partir de ese momento el argentino controló la situación con maestría para conseguir una victoria histórica.

La segunda alegría argentina llegó en quad con Manuel Andújar (Yamaha), que fue el piloto que mejor supo manejar la dureza del Dakar y que ha estado en disposición de vencer cuando sus rivales han cometido errores de conducción o cuando sus mecánicas han fallado.

El chileno Francisco ‘Chaleco’ López (Can-Am) se adjudicó la victoria en la categoría de vehículos ligeros del Dakar, el segundo en su palmarés tras el conseguido en 2019, por delante del estadounidense Austin Jones.

El ruso Dmitry Sotnikov (Kamaz), finalmente, se apuntó con solvencia el título en camiones, dando a su marca su quinto triunfo consecutivo.

EFE noticias

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