Tras la milagrosa y épica remontada de los Indiana Pacers en el primer encuentro y el triunfo contundente de los Oklahoma City Thunder en el segundo, las Finales de la NBA desembarcan en Indianápolis con 1-1 y todo por decidir en la lucha por el anillo.
Los Pacers y los Thunder se entrenaron este martes en el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis, que acogerá este miercoles el tercer encuentro a partir de las 20.30 horas (00.30 GMT del jueves).
El cuarto también se disputará en este estadio el viernes antes de que la serie regrese a Oklahoma City para el quinto, que tendrá lugar el lunes.
Las Finales de la NBA no aterrizaban en Indianápolis desde hace 25 años, cuando los Pacers de Reggie Miller cayeron en la serie por el título de 2000 frente a Los Angeles Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal.
Sin novedades en los partes médicos, un punto de interés en las ruedas de prensa y entrenamientos de este martes -el lunes no hubo actividades oficiales por ser de viaje desde Oklahoma City- era comprobar si Tyrese Haliburton, estrella de los Paces, se encontraba bien después de haberle visto cojear levemente tras el segundo encuentro.
Fans de los Pacers aliviados
Los fans de Indiana podrán respirar tranquilos porque tanto Haliburton como su entrenador, Rick Carlisle, aseguraron que no es nada grave y que el base podrá jugar sin mayores problemas.
«Sí, estoy bien. Es simplemente algo en la parte baja de la pierna. Lo dejaré ahí. No creo que haya nada más que explicar. Me siento bien y estaré listo para el tercer partido», sostuvo Haliburton.
Si los Pacers quieren dar la sorpresa ante unos Thunder que se postulan como claros favoritos en estas Finales necesitarán una versión más explosiva y efectiva de Haliburton.
Es cierto que fue el héroe de Indiana en la increíble remontada del primer encuentro con una canastón a falta de 0.3 segundos que le dio el 0-1 y el factor cancha a su equipo.
Pero quitando ese impresionante momento, el base no estuvo afortunado en los dos partidos en Oklahoma City, ya que en el primero sumó 14 puntos (6 de 13 en tiros con 2 de 7 en triples), 10 rebotes y 6 asistencias con 3 pérdidas de balón y en el segundo aportó 17 puntos (7 de 13 en tiros con 3 de 8 en triples), 3 rebotes y 6 asistencias con 5 pérdidas.
«Los Thunder están muy conectados en defensa (…). Su plantilla es diferente a la de cualquier otro equipo. Creo que haber jugado dos partidos contra ellos es muy bueno: me da más material para estudiar, para ver en qué puedo mejorar. Siento que no he estado bien en absoluto en los dos primeros partidos», reconoció Haliburton.
Cautela y ambición en Oklahoma
En cuanto a los Thunder, su entrenador, Mark Daigneault, lanzó un mensaje de advertencia sobre lo que se pueden encontrar sus jugadores ante unos Pacers crecidos en su cancha.
«Una cosa para la que definitivamente tenemos que estar preparados, especialmente viendo su quinto partido (de la final del Este) en Nueva York y su sexto (en Indianápolis), es que hicieron un esfuerzo consciente al volver a casa después de una derrota para aumentar realmente la intensidad física y la presión. Esa es una de las cosas para las que tenemos que estar listos al venir aquí: entender que van a jugar con mucha energía», argumentó.
Shai-Gilgeous Alexander, estrella de los Thunder y MVP de la temporada regular de la NBA, ha brillado hasta ahora con 38 y 34 puntos en los dos primeros partidos.
Pero el base canadiense opinó que siempre hay margen de mejora tanto individual como colectivamente.
«Así es como veo la competición y como veo todo en general. Nunca vas a hacer todo perfectamente en la vida. No importa tu edad o tu potencial en lo que sea: puedes aprender y mejorar. Ahora, al ser nosotros más jóvenes, supongo que el margen es un poco mayor. Definitivamente, aún no hemos jugado un partido perfecto ni hemos tenido una serie perfecta», dijo.
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