Estambul (Turquía).- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido a la OTAN que respalde su política antiterrorista como una de las condiciones para que acepte el ingreso de Suecia y Finlandia en la Alianza, según expresa en un artículo publicado esta semana por la revista británica The Economist.
«Tenemos todo el derecho a esperar que estos países, que pretenden que el segundo mayor ejército de la OTAN acuda en su defensa acorde al artículo 5 (de la Alianza), prevengan el reclutamiento, la recogida de fondos y las actividades de propaganda del PKK (Partido de Trabajadores de Kurdistán, la guerrilla kurda de Turquía), considerado una entidad terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos», señala el presidente turco.
Tanto Suecia como Finlandia insisten en que tratan al PKK como organización ilegal, pero el Gobierno turco les reprocha que no extiendan esta consideración a las Unidades de Protección Popular (YPG), las milicias kurdas de Siria, que Ankara considera una simple rama local del PKK.
«Turquía quiere que los países candidatos impidan las actividades de todas las organizaciones terroristas y extraditen los miembros de ellas. Hemos entregado pruebas nítidas a las autoridades de estos países y esperamos que actúen», escribe Erdogan.
«Además, Turquía quiere que estos países apoyen las operaciones antiterroristas de los miembros de la OTAN», continúa, en una aparente referencia a una próxima intervención en el norte de Siria, que el mandatario turco lleva días anunciando.
Ayer mismo, Erdogan explicó al presidente ruso, Vladímir Putin, la «necesidad» de expandir el control turco sobre la franja fronteriza en el noreste de Siria, que las fuerzas armadas turcas dominan desde su intervención contra el YPG en octubre de 2019.
«El terrorismo es una amenaza para todos los miembros (de la OTAN) y los países candidatos deberían reconocer esta realidad antes de ingresar. Mientras no den los pasos necesarios, Turquía no cambiará su posición», concluye Erdogan en The Economist.
Resalta en su artículo el firme compromiso de Turquía con la OTAN, subrayando también la inversión en la industria de defensa turca y el «desarrollo de productos militares que han tenido impacto en varios escenarios de guerra, incluida Ucrania».
Destaca su defensa de la alianza militar frente a «los muchos que creen que la OTAN es una organización ‘obsoleta’ que ya no sirve», criticando específicamente al presidente francés, Emmanuel Macron, quien «en 2019 incluso dijo que la alianza sufría ‘muerte cerebral'».
«La misma gente cuestionaba el rol de Turquía en la OTAN. Esta mezcla de tomar los deseos por realidad y una miopía estratégica extrema han costado muchos años a la Alianza», analiza el presidente turco.
«Queremos que la OTAN coopere mejor en asuntos militares y de investigación cuando trate con organizaciones terroristas, no solo para prevenir ataques sino también para impedir su financiación y el reclutamiento dentro de las fronteras de la OTAN», explica Erdogan.
«Toda forma de un embargo de armamento como el que Suecia ha impuesto a mi país es incompatible con el espíritu de una alianza militar bajo el paraguas de la OTAN», considera.
«La posición de Suecia y Finlandia respecto a las preocupaciones y consideraciones nacionales de seguridad de otros países, que quisieran tener como aliados, determinará hasta qué punto Turquía querrá ser aliado de estos países», concluye el presidente turco.
EFE
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