Ciudad Guayana.- Con un concierto de largo aliento, que tuvo todos los elementos para conmover, emocionar, extasiar y deleitar a los  numerosos asistentes al evento, el sábado 7 de diciembre  se bautizó  el nuevo disco del médico y cantautor guayanés Ernesto Urbano, rodeado de padrinos de alto nivel como el Rey del estribillo y maestro  del can Oriental Hernán Marín y la internacionalmente famosa “Flor de Zaraza”  Rumy Olivo.

El concierto pautado para las 3.30 del sábado comenzó con retraso cerca de las 5, entre otras cosas por la lluvia de ese día, pero ni siquiera el chaparrón fue óbice para que los guayaneses  acudieran masivamente a la cita en el teatro Loyola, siendo hasta el momento la actividad cultural de este fin de año que más personas ha convocado.

Con la conducción del locutor y cultor de la música venezolana Kello Anderi y la comadre del Dr. Urbano, el espectáculo se inició con una magistral interpretación de un par de temas del folclor guayanés y oriental compuestas e interpretadas por el maestro de la bandola bolivarense Gerson García.

También estuvo  acompañado de un estelar elenco de músicos locales de reconocida maestría y talento, entre los que se incluía en la guitarra Ivor Osorio, en la mandolina Emilio y en la bandola Reinaldo, mientras que el popular Vallito de 5”nfusión”  hacía sonar la caja peruana y las tundadoras. 

Seguidamente se presentó en el escenario el  Dr.  Ernesto Urbano quien con su canto siguió enamorando a la asistencia ya atrapada por la interpretación de los músicos.

La primera pieza – como todas las interpretadas por el artista, fue de su autoría, un homenaje musical a Gualberto Ibarreto  bautizado “Gualberteando”, de allí en adelante el espectáculo  musical despegó con una demostración del talento, los arreglos y la calidad integral de esta nueva estrella de la música venezolana, de Guayana para oriente.

Bautizo con padrinos regios

El intermedio del concierto fue el espacio utilizado para presentar y bautizar su nueva producción discográfica, titulada “Entre el Oriente y el Sur”, donde se dedican 14 temas, todos de su autoría y con arreglos propios, a las diversas formas del folclor oriental y guayanés, además de explorar procesos de evolución para el mismo a la luz del siglo XXI.

El disco fue apadrinado por el muy conocido “Rey del Estribillo” y gran cantautor oriental, el maestro Hernán Marín, y por la  reina de la música venezolana Rumy Olivo.   Tras el bautizo del material musical,  el maestro Hernán Marín tomó el micrófono y dejó claro para la asistencia por que se le conoce como el “Rey del Estribillo”, llevando risas, emoción y placer a una audiencia sorprendida por la vitalidad, voz y facultades de este cultor que a sus 79 años sigue siendo el maestro de la música oriental.

El tramo final del espectáculo fueron nuevas canciones de la producción de Ernesto Urbano con canciones homenaje al maestro Marín, a Proto López y Conchita Lorio, al amor, la familia y la región, que es uno de los amores de este cardiólogo infantil, y hemoterapista, que se cuenta dentro de los mejores del país en su área profesional; y que demostró con su actuación en las tablas del Loyola, que es otro destacado intérprete de la música folclórica criolla.

Un concierto que tuvo de todo

De la lista de eventos realizados en el cierre del año, este concierto de Urbano ha sido posiblemente el mejor montado, con una excelente iluminación, sonido de alta calidad, pantallas digitales y  coros y demás que llenaron cualquier requerimiento de la  gran asistencia que tuvo el espectáculo.  

En varias de las piezas el canto de Urbano estuvo acompañado por dos bailarines de la agrupación de danza que encabeza la profesora Fabiola Mendoza, que mostraron en todo su esplendor y provocación los pasos del joropo oriental.   

Tuvo su toque de humor y actuación con uno de los hermanos del Dr. Urbano en un montaje con el sabor y la broma oriental.  Diversos momentos de gran emotividad y acercamiento a la gente con varios de los temas, especialmente el dedicado a su familia y a su hija, quien sorprendió a todos acompañándole en el canto.

Cierre espectacular con propuesta

Por si fuera poco el final fue un tema dedicado a Guayana, a la ciudad y sus espacios, donde a los coristas del grupo del Dr. Urbano se sumó un coro de niñas que emocionó a la gente y nos ofreció una nueva canción a la ciudad, digna de ser utilizada como una suerte de segundo himno de  Caroní.

A lo largo del espectáculo el tema central, más que la música de Urbano – buena de por si-, fue darle una mayor difusión y espacio a la música venezolana, solicitando a las emisoras y medios de comunicación mayor apoyo para difundir y  proyectar los géneros variadísimos de nuestra música y para cultivas nuevas generaciones de cultores  en estos ritmos que recogen nuestro acervo y tradición.

Gustavo Montaña

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