La selección española sub-17 logró clasificarse para los cuartos de final del Mundial de la categoría tras imponerse por 2-1 a Japón en un choque muy exigente en el que hizo valer sus mejores sensaciones durante la segunda mitad.
El choque se puso pronto de cara para España. A los ocho minutos una buena conducción de Juan Hernández culminó con un esférico servido al área. Lo dejó pasar Marc Guiu y, tras rebotar en Keita Kosugi, cayó en los pies de un Quim Junyent que no perdonó.
La diana hizo que los asiáticos dieran un paso adelante, con acercamientos como un disparo lejano de Gaku Nawata que desvió bien Raúl Jiménez tras botar en el césped. En ese intento no logró la igualada el atacante nipón, pero sí lo hizo en el minuto treinta y nueve, cuando ejecutó un golpeo con efecto desde la media luna que resultó inalcanzable para el portero.
El descanso sirvió para que el cuadro español gestionase el golpe y saliese dispuesto a imponer su juego. Lo hizo ante un rival a la expectativa, aunque le faltó generar más peligro, siendo la ocasión más clara un error del portero que a punto estuvo de aprovechar Guiu.
Así fue hasta el minuto setenta, cuando Paulo Iago se encontró con el larguero después de una jugada que habían trenzado en el inicio entre él e Igor Oyono. Esa acción fue el preludio del 2-1, en el que Guiu no perdonó en el mano a mano al recibir un excelso pase en profundidad de Junyent.
La trabajada ventaja dio poso y tranquilidad al equipo de José María Lana, que siguió anulando a los japoneses a través del dominio del esférico para sellar un triunfo que le ubica entre los ocho mejores del torneo. Alemania o Estados Unidos serán su próximo rival.
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