La selección española -actual campeona del mundo- se unió con el combinado suizo, tal y como ocurrió durante los minutos previos al enfrentamiento del pasado viernes ante Suecia, y ambas escuadras mezcladas volvieron a enseñar la pancarta con el lema «Se acabó» en los prolegómenos del partido que se disputa en Córdoba, iniciativa con la que el plantel nacional se reivindica por el conflicto suscitado con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
España, sin cambios, volvía a Córdoba para disputar su primer encuentro como local tras la consecución de la Copa del Mundo el pasado de agosto en Sídney y Alexia Putellas e Irene Paredes, también antes de este choque de la Liga de Nacional, levantaron como capitanas el trofeo de campeonas a las más de 15.000 personas que agolpan en las gradas del Nuevo Arcángel.
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