¿Estás teniendo sexo en exceso? Si te has hecho la pregunta, quizás debas analizar si efectivamente te has convertido en un adicto y si esto te va a afectar directamente. Abordamos el tema de la mano de la opinión del sexólogo experto Jal Ganeshananda, autor de libros como “Sexualidad para la Vida Real…”, conferencista en temas de sexualidad sagrada y médico deportivo.
Ya anteriormente te hemos advertido que la obsesión por el sexo puede perjudicarte más de lo que crees, y aquí puedes leer la confesiones de alguien que era un adicto, pero antes que entres a terapia o vayas a un grupo de esos donde debes presentarte como “hola, tengo mucho sexo, soy junkie del sexo”, te recomendamos leer las siguientes claves que te indicarán si definitivamente estás teniendo sexo de más (si tu colchón tuviera FB le daría un “me encanta”).
¿Cuál es la medida que indica que ya te pasaste de sexo?
Según los expertos, no hay una medida como tal. De acuerdo con un estudio de 2017 que fue realizado en Archives of Sexual Behavior, y del que puedes leer aquí más al respecto un adulto normal mantiene 54 relaciones sexuales al año y una vez por semana en promedio (y estamos hablando de sexo en pareja, no de masturbación).
Pero si su cuota es considerablemente más alta no te preocupes, la frecuencia del sexo tiene que ver con nuestra genética, estilo de vida y contexto. Un viejo chiste decía: “¿Por qué las parejas de antes tenían más hijos? Porque no había televisión”, y si no tienes Netflix en casa, seguramente tienes más sexo, ¿verdad? Y es que la cantidad que se podría considerar como excesiva, es relativa, y depende de factores como la edad, el contexto social y cultural y sobre todo, la respuesta sicológica y física que encienda las señales de alerta.
Es decir, si tú notas que es demasiado sexo y tienes secuelas físicas (cansancio, falta de energía, etc.) o sicológicas (emociones extrañas, falta de concentración…) es momento de plantearse si estás cruzando la línea y entrando en los terrenos de la hipersexualidad.
¿Ya no sientes lo mismo?
La falta de satisfacción es un indicador de que hay demasiado sexo en tu agenda. “Cuando tienes sexo y no sientes lo mismo, y sientes que el tener sexo obedece más a un comportamiento obsesivo compulsivo con referencia a la necesidad de tener sexo.
Esta actitud clara y precisa, se da es cuando ni por número ni por calidad de encuentro, sexual se obtiene satisfacción física ni mental», asegura el doctor entrevistado, y advierte que esa falta de sensibilidad es indicio de que debes dejar descansar tu cuerpo y mente del sexo o al menos, dosificar el asunto.
Adicto al orgasmo
Cuando piensas exclusivamente en el sexo y no el disfrute como tal, ni el ritual detrás del encuentro, es cuando la práctica se vuelve una necesidad. Según el experto convocado, cuando el hombre se vuelve “un adicto a la eyaculación”, es cuando hay demasiado sexo en su vida y ahí, ya podemos hablar de un exceso.
Pues causar impotencia o daño sexual
El liquido seminal está conformado por nutrientes y aminoácidos, sustancias que el cuerpo necesita para su regeneración muscular y su funcionamiento. Y son justamente esos elementos, los que se pueden estar emitiendo de más con las relaciones sexuales intensas y constantes, y causar un desequilibrio y debilitamiento del sistema nervioso central.
“Si puede causar disfunción eréctil”, asegura el experto convocado, según él, «las prácticas de sexo tántrico pueden solucionar esa parte y lograr que el sexo nunca sea demasiado, permitiendo que la relación sea más satisfactoria, y que la relación corporal mental y emocional sea mas profunda con la pareja”.
¿Puede afectar tu salud tener mucho sexo?
Cuando sientes que tu rendimiento físico se ha visto disminuido, “es porque el proceso de descargas de las glándulas sexuales se ha modificado por el exceso de descargas de energía que el cuerpo necesita para algunos otros procesos fisiológicos y orgánicos”.
Según el experto, el sexo exceso puede generar una irritación de conductos en el sistema urinario. Es decir, mientras más uses el órgano sexual, obviamente puede haber secuelas orgánicas. Ya lo decía una famosa campaña de bebidas alcohólicas: “Nada con exceso, todo con medida”.
¿Hay una regla sobre la frecuencia sexual para que se considere excesiva?
Si sientes tienes más sexo que el promedio, no te preocupes de más, quizás seas más inteligente que el resto.. Mientras no veas disminuida tu salud, no pasa nada (a menos que una productor de películas XXX lo descubra y te secuestren para obligarte a filmar películas sin parar).
En la sexualidad no hay reglas en cuanto a periodicidad, aunque haya estudios que hablen de frecuencias y hasta de que se vale programar en una agenda las relaciones (se vale, pero no es una norma).
“En la sexualidad como en las relaciones personales, no hay un reglamento absoluto”, asegura el experto, “si no notas cambios degenerativos o de agotamiento personal y nervioso, no hay que disminuir la cantidad de sexo. Sobre todo si ese sexo que consideras excesivo te provee de energía y capacidades mentales”.
¿El exceso es relativo con tu edad?
Definitivamente pasamos por diferentes etapas en cuanto a actividad sexual. A partir de los 35 años la curva disminuye debido a que la producción de testosterona decrece un poco y se modifica el patrón de libido.
Pero si cruzaste ese umbral de edad hace mucho y aunque tu proceso de recuperación hormonal sea un poco más tardada, es decir, que para el siguiente round en la cama te tardes más que antes aún así tienes mucho sexo, el límite siempre te lo pones tú.
Reiteramos: si te está afectando y sientes molestias como falta de respiración, cansancio excesivo o tienes algún problema cardiaco, ahí sí entra en juego y determinante que te auto-impongas un límite. Y no, no estamos pidiendo que tires tu libretita negra (o tu lista de WhatsApp) de contactos sexuales, ni queremos que por tu actitud tu pareja se extrañe y sospeche que algo anda mal porque ya no tienen sexo dos veces al día, simplemente, te sugerimos que comiences a cambiar tus hábitos paulatinamente.
El experto recomienda “hacerle caso a tu proceso de recuperación personal (tú sabes cuando estás listo y cuando tienes que forzar las cosas), tomar alimentos que ayuden a fortalecer el sistema nervioso central (ojo: si necesitas recurrir a estimulantes siempre, quizás sí te estás pasando de tus límites), mantener los niveles hormonales y además, realizar actividad física aeróbica y anaeróbica”. Eso permitirá que alejes de tu mente la idea que el sexo pueda ser demasiado.
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