Con barricadas, encadenamientos a la sede del Ministerio de Educación y nueve detenciones, arrancó el primer día de la Prueba de Transición Universitaria (PTU), un examen que se implementa por primera vez este 2021 y que reemplaza a la polémica Prueba de Selección Universitaria (PSU) realizada el pasado año.
«Esta prueba sigue siendo completamente discriminadora. Exigimos acceso a la educación universitaria universal y gratuita», reivindicó Marco Faure, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), una de las agrupaciones estudiantiles más activas de Chile.
La organización, que tuvo un rol protagonista durante las protestas en el Metro que desataron el estallido social de 2019, considera que estos exámenes de acceso segregan a los jóvenes en función del poder adquisitivo de sus familias y perpetúan un modelo educativo que califica como «mercantilizado».
Chile se ubica entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que tiene los aranceles más caros en las carreras universitarias, con 7.654 dólares anuales de promedio, solo por detrás de las universidades públicas de Estados Unidos.
La prueba, en la que participarán este año más de 268.000 personas, se realiza en medio de la pandemia de la covid-19, que ha obligado a las autoridades educativas a dividir al total de estudiantes en dos grupos para evitar aglomeraciones y cumplir las restricciones sanitarias.
«Resulta infinitamente relevante preocuparnos del factor estrés de los jóvenes que han vivido situaciones de salud y familiares tremendamente angustiantes», explicó el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi.
Un total de 535 postulantes no se podrán presentar a los exámenes por padecer la enfermedad del SARS-CoV-2 o haber estado en contacto con algún afectado, y deberán realizar la prueba en una fecha extraordinaria.
SEGUNDO AÑO DE BOICOTS
En 2020, la prueba de acceso a la universidad también se celebró entre boicots, filtración de exámenes y ocupación de algunos centros educativos por parte de jóvenes que obligó a suspender parcialmente los test.
Estos sucesos se dieron en el marco de las protestas sociales que comenzaron en Chile en octubre de 2019, que dejaron una treintena de fallecidos, miles de heridos y graves señalamientos por violaciones a los derechos humanos hacia las fuerzas de seguridad.
Las manifestaciones fueron convocadas inicialmente por estudiantes de secundaria, que hicieron un llamado a evadir el pago del metro tras el alza en el precio del billete, y desencadenaron una ola de protestas sin precedentes por un modelo socioeconómico más justo y mejores pensiones, sanidad y educación pública.
En los últimos meses, especialmente tras el plebiscito del pasado octubre en el que Chile decidió dejar atrás la actual Constitución, las marchas se han reducido a encuentros minoritarios en la capital.
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