Siete de cada diez bachilleres en Venezuela reprobaron una prueba matemática realizada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en instituciones públicas y privadas de Caracas y seis regiones del país, lo que revela, según este centro de estudios superiores, una falta de competencias mínimas en estudiantes de secundaria.
La calificación promedio fue de 7,51 puntos sobre 20, un retroceso global «casi nulo» con respecto a la medición hecha el año pasado, cuando la puntuación en matemáticas fue de 7,53, de acuerdo con el estudio elaborado por la Escuela de Educación de la UCAB, que este año aplicó 10.000 pruebas en esta materia.
«En matemáticas, se confirma el énfasis en el abordaje aritmético descontextualizado de la realidad y ausente de significado. Geometría y estadística siguen siendo los bloques menos desarrollados y con mayor cantidad de carencias», explicó el director de la Escuela de Educación, Juan Carlos Salas, citado en una nota de prensa.
A su juicio, cada día es «más difícil enseñar», tanto en los colegios privados como en los públicos.
Entre las causas, señaló los bajos salarios de los docentes, el «déficit de personal calificado y su actualización profesional, el estado de la infraestructura escolar y la falta de adecuación de los propósitos curriculares a las exigencias actuales».
«Estamos retrocediendo. Cada año es más grave, pero las variables típicas están ahí. Son asuntos que deben ser atendidos, ser prioridad», añadió Salas.
Asimismo, mencionó el «desinterés por la excelencia académica entre muchos alumnos», especialmente los de los dos últimos años de secundaria, que «buscan la nota mínima indispensable para egresar, además de la pérdida del significado de la escuela como un medio que prepara para el mundo real».
Por otra parte, la UCAB añadió este año un reporte sobre comprensión lectora, en la que los estudiantes, sacaron, en promedio, 7,61 puntos sobre 20.
«Con calificaciones por debajo de los 10 puntos, los resultados señalan dificultades para entender el sentido explícito e implícito de los textos, elaborar inferencias de primero y segundo grado, conectar la lectura con la biblioteca personal de los alumnos y expresar una opinión sobre lo leído», advirtió el profesor.
Salas exhortó a priorizar el trabajo individual en las aulas, así como las producciones orales, defensas, creación de mapas mentales, debates, entre otros, que, explicó, «son la vía más segura para garantizar la producción individual, impulsar la creatividad y fortalecer los valores».
Igualmente, remarcó la necesidad de actualizar a los profesores para que mejoren sus conocimientos y las prácticas pedagógicas.
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