En un partido que quedará grabado en la memoria de los fanáticos, el criollo Eugenio Suárez, antesalista de los Diamondbacks de Arizona, conectó cuatro jonrones en un mismo juego, algo nunca antes visto por un jugador de su nacionalidad en las Grandes Ligas.
A pesar de su espectacular desempeño, su equipo no pudo superar a los Bravos de Atlanta y perdió 8-7 en un emocionante duelo, informa Noticia al Día.
El inicio de la hazaña
Suárez, de 33 años, comenzó su exhibición de poder en la segunda entrada con un cuadrangular solitario frente al lanzador abridor Grant Holmes.
No se detuvo ahí: en la cuarta, disparó otro vuelacerca de dos carreras, y en la sexta, volvió a castigar a Holmes con su tercer jonrón de la noche. Cada conexión dejó sin palabras a los presentes en el estadio, que atestiguaban algo extraordinario.
El broche de oro en la novena
Cuando parecía que ya lo había hecho todo, Suárez apareció de nuevo en la novena entrada, esta vez frente al temido cerrador Raisel Iglesias.
Con un poderoso batazo, envió la pelota fuera del parque y empató el juego, forzando entradas extras. Su impacto fue decisivo: impulsó cinco de las siete carreras de Arizona y terminó la noche con una línea perfecta de 4-4.
Un lugar en los libros de récords
Con esta actuación, el criollo Eugenio Suárez se convirtió en el primer venezolano en conectar cuatro jonrones en un partido de MLB, y el segundo latinoamericano en lograrlo, después del puertorriqueño Carlos Delgado (2003).
Además, alcanzó los 10 vuelacercas en la temporada, demostrando una notable mejoría tras un inicio irregular.
Reconocimiento pese a la derrota
Aunque los Diamondbacks no consiguieron la victoria, el nombre de Suárez resonó en todas las redes sociales y medios deportivos.
Compañeros, rivales y aficionados alabaron su increíble noche, que ya es considerada una de las más memorables en la historia reciente del béisbol venezolano. «Fue algo mágico», declaró el propio Suárez tras el partido. «Solo quería ayudar a mi equipo, pero esto es algo que nunca olvidaré».
Con este desempeño, el tercera base no solo reafirmó su calidad como slugger, sino que también escribió su nombre en letras doradas en la MLB.
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