En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.

El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy la fiesta, entre otros santos, en honor a San Estanislao, Obispo de Cracovia y Mártir. Nació el 26 de julio del año 1036 en Szczepanów Polonia, y murió el 11 de abril de 1079, en Cracovia, Polonia.

En la liturgia del día meditamos los textos: Hch 5,27-33; Sal 33; y el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, según San Juan capítulo 3, del verso 31 al 36, donde se continúa con el diálogo entre JESÚS y Nicodemo, que hemos venido reflexionando esta semana, y en que el Maestro le da mayor sustento a Nicodemo, sobre la respuesta que él anda buscando.

Por eso JESÚS, profundiza la cuestión y le manifiesta la necesidad de adherirse a Él para poder experimentar la vida de DIOS, porque Él es la Palabra Venida de DIOS y es quien puede hablarnos del PADRE.

Porque solo quien ha Venido de lo Alto, puede dar Testimonio de lo Alto. JESÚS, el Hijo de DIOS, es el único que puede Revelar plenamente el Misterio de DIOS. Su Palabra es Testimonio del Misterio del Amor de DIOS. Ya que quien acoge a su Persona y su Mensaje, acoge a DIOS Mismo y obra de acuerdo a sus Designios.

Jesús da su Espíritu

Y es que, JESÚS no solamente proclama la Palabra de DIOS, sino que da gratuitamente y sin medidas Su Espíritu a todo aquel que crea en Él. Por eso es que el creyente puede nacer continuamente a una Vida nueva, Gracias a la Palabra y al Espíritu, que es el gran Don de JESÚS para todos sus seguidores.

Para los que pone su confianza en las cosas efímeras de este mundo que solo generan ambiciones, corrupciones, odios, guerras, exclusión, y muerte, se levanta LA Voz de JESÚS para decirnos: «el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él» (Jn 3,36).

Dejando claro que la Ira de DIOS, no es sobre las personas, sino sobre sus procederes y sobre «las tinieblas», que impiden a sus hijos e hijas entrar en comunión profunda con su Hijo JESÚS.

Porque mientras más cerca estemos de las exigencias de JESÚS, mayor será la efusión de su Espíritu que nos alejará de las tentaciones del mal, y nos hará elegibles para la Vida Eterna.

No perder el ánimo

Al confrontarnos con el texto, y ver que, el evangelista Juan, con este Evangelio, exhorta a los cristianos de todos los tiempos, expuestos a todo tipo de amenazas, a que no perdamos el ánimo y sigamos siempre el Camino de la Verdad y de la Vida que nos marcó JESÚS.

Por lo que todos estamos invitados a fomentar una auténtica espiritualidad de comunión, que nos haga más consistentes de nuestro compromiso a favor y en defensa de la vida.

Por eso es que, al sumergirnos en el texto, para ubicarnos en primera fila y poder escuchar la explicación de lo más trascendental para nuestras vidas, el saber que JESUCRISTO es el Camino para alcanzar la Vida Eterna que el PADRE da a todos los que Creen en Él, abrazan su Proyecto de Vida y comienzan a Testimoniarlo con sus obras en cada espacio donde desarrollan esta vida terrenal, transitoria y efímera, y nos da ánimo para saber que estamos en el Camino correcto.

Señor JESÚS, Tú que eres la Palabra de DIOS Encarnada y regalas la Fuerza de Tu Espíritu a todos los que Te aceptan como su Salvador, ayúdanos a mantenernos firmes frente a todas las amenazas que pretenden doblegar nuestra Fe.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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