En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan, serán medidos.
Reflexión del Evangelio
La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta, entre otros santos, en honor a San Patricio, obispo, que, siendo joven, fue llevado cautivo desde Gran Bretaña a Irlanda, y después, recuperada la libertad, quiso ser contado entre los clérigos y regresar a la misma isla, donde, hecho obispo, anunció con vehemencia el Evangelio y organizó con firmeza la Iglesia.
Nació en Gran Bretaña, en un pueblo llamado Bennhaven Taberniae, hacia el año 385, y murió el año 461, en Down, llamado en su honor Downpatrik Irlanda.
Liturgia del Día
La liturgia diaria meditamos los textos de: Lv 19,1-2.11-18; Sal 18; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Lucas capítulo 6, del verso 36 al 38. En el que se narra las instrucciones dadas por JESÚS, a sus discípulos sobre el tema de la Misericordia, el Perdón y la Solidaridad.
Ya que el Maestro, quiere hacernos entender la necesidad de vivir, la Misericordia, la Mansedumbre y la Generosidad como valores existenciales de todos aquellos que nos consideramos Sus seguidores.
Para poder llevarlos a la práctica, JESÚS, establece como punto de referencia a DIOS Padre, porque nuestra perfección está en imitar al Padre, y la manera de ser de DIOS es la MISERICORDIA, o sea, la Capacidad de Conmoverse ante la pobreza y la angustia de sus criaturas, para colmarlas de lo que solo ÉL puede Comunicarles.
Significado de la compasión
Porque la compasión significa asumir la dura realidad del otro, para comprender su situación y ayudarle a salir de ella. Y es por eso que la compasión está íntimamente relacionada con la Solidaridad Fraterna, que es un signo característico de toda la comunidad cristiana.
Signo que tiene su fundamento en la propuesta de JESÚS, que supera los límites de los egoísmos, y por lo que nos promete una gran gratificación, diciéndonos, que: «se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante».
He aquí los valores supremos del Evangelio que debe estar muy presente en el proceso de nuestra CONVERSIÓN, y con el cual JESÚS, nos ubica en la manera como DIOS conduce el proceso de nuestras vidas, en el que cada esfuerzo nuestro, está doblemente gratificado.
Sin embargo, a muchos nos cuesta creer en esta Generosa Propuesta del Maestro, debido a los múltiples problemas que constantemente nos agobian en el desarrollo de nuestra vida terrenal.
Por eso es que siempre habrá quienes nos opongamos a esta Misericordia con la frecuente actitud nos hacemos jueces de nuestros hermanos. Porque juzgar y condenar a priori, es una actitud muy recurrente de todos los seres humanos.
Ante ese comportamiento, JESÚS, propone el perdón como actitud alternativa y la generosidad que derrumba todo egoísmo acaparador y arribista que tanto seduce a los seres humanos.
Contrario a las enseñanzas de Jesús
Al confrontarnos con el texto, y ver que el contexto social y cultural donde interactuamos diariamente vive una realidad totalmente contraria a las enseñanzas de JESÚS, debido a las extorsiones, la usura, la indiferencia ante el dolor ajeno.
Conjugados con el deseo de venganza de muchos resentidos sociales, que se traduce en violencia de todo género, y que, pareciera ser «el pan nuestro de cada día», lo que nos ha llevado a pensar que es algo normal, es decir que nos hemos acostumbrado tanto a esta situación de antivalores, que regresar a un Estado de derecho, donde todos velemos por los deberes y derechos de todos, es como una tarea imposible, por lo que el mensaje del Evangelio suena como una quimera o utopía difícil de realizarse.
Por eso es que la confrontación con esta Palabra, nos genera un compromiso existencial con JESÚS, ya que una vez más Él nos invita a ser testigos en la adversidad, es decir a voltear la ejercitación de los antivalores en lo necesario para la vida, que dé como resultado la construcción de la «Civilización del Amor», asumiendo en nuestras relaciones diarias con nuestros semejantes una actitud de solidaridad, de generosidad, de perdón y de reconciliación, en la seguridad de que si lo hacemos así.
Aunque eso nos genere rechazos y burlas, vamos a estimular a otros a hacerlo y estaremos dando inicio a un esfuerzo transformador de las estructuras del mal que carcome nuestra sociedad, y en general a todas las sociedades del mundo.
Señor JESÚS, Tu Bondad nos enseña a ser bondadosos, Tu Perdón nos enseña a ser Misericordiosos, y Tu Generosidad nos invita a ser generosos. Por eso queremos que Tu fidelidad sane nuestras infidelidades y que Tu Amor nos de fuerza para combatir nuestras indiferencias.
Amén.
Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
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