En aquel tiempo, Jesús salió otra vez por las orillas del lago; todo el mundo venía a verlo y él les enseñaba. Mientras caminaba, vio a un cobrador de impuestos, sentado en su despacho. Era Leví, hijo de Alfeo.

Jesús le dijo: «Sígueme.» Y él se levantó y lo siguió. Jesús estuvo comiendo en la casa de Leví, y algunos cobradores de impuestos y pecadores estaban sentados a la mesa con Jesús y sus discípulos; en realidad eran un buen número.

Pero también seguían a Jesús maestros de la Ley del grupo de los fariseos y, al verlo sentado a la misma mesa con pecadores y cobradores de impuestos, dijeron a los discípulos: «¿Qué es esto? ¡Está comiendo con publicanos y pecadores!»

Jesús los oyó y les dijo: «No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy la fiesta, entre otros santos, en honor a Santa Priscila o Prisca. Nació en Roma, razón por la cual la capital italiana acogió una basílica en su nombre en la colina del Aventino.

Fue a los 13 años cuando le propusieron que renunciara a su fe religiosa para convertirse a través de un ritual de sacrificio en el que solo debía poner sobre el fuego unos granos de incienso.

Pero la joven, firme en sus convicciones, rechazó tal propuesta, diciendo: «Yo solo soy de Jesucristo».

Liturgia del Día

La liturgia del día meditamos los textos: Hb 4,12-16; Sal 18; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Marcos capítulo 2, del verso 13 al 17. en el que se relata el llamado que JESÚS le hace a Leví, un recaudador de impuestos, que de acuerdo a la tradición era el nombre anterior del apóstol Mateo.

Con este relato Marcos aborda otro aspecto polémico de la Praxis de JESÚS, ya que incorpora a su grupo de colaboradores más inmediato a una persona mal vista por sus coterráneos, y Él haciendo caso omiso a esos prejuicios, no solo es que lo llama a formar parte de sus seguidores, sino que también va a su casa a comer con otros iguales a Leví.

Muy pertinente es aclarar que el cognomento de publicanos, se le daba a los que cobraban el impuesto para los romanos, y era un oficio muy despreciado, ya que el pueblo judío estaba dominado por el Imperio Romano y los publicanos eran judíos que trabajaban para el extranjero.

Los patriotas los consideraban traidores porque se daba cuenta de que se llenaban el bolsillo, a costa de la explotación del pueblo. Eran tan despreciados que, hasta los mendigos se negaban a recibir sus limosnas. JESÚS no los alabó, pero escogió a uno de ellos, a Leví-Mateo, para incorporarlo al equipo de sus apóstoles, cuya mayoría eran patriotas decididos, y es una manera de decirle al mundo que en Su Mesa todos tenemos cabida: «justos y pecadores».

Jesús actúa con mucha libertad

Al confrontarnos con el texto vemos que JESÚS, actuó con mucha libertad, frente a esa manera tan excluyente de la religión de su tiempo, lo que le valió muchas críticas, al juntarse con gente de mala fama, con mendigos, prostitutas, lisiados, leprosos y también con corruptos, que, al juntarse con Él, experimentaban una transformación de sus vidas.

Es que, Su proceder de manera deliberada, no solo explicitan Su opción de vida y Su criterio frente a las tragedias y exclusiones humanas, sino que deja bien claro que DIOS ama sin medida a los hombres y mujeres, más allá del pecado o de la condición moral de cada uno de ellos.

Por eso es que, para entrar en la familia de DIOS debemos cambiar nuestra manera de mirar las cosas y a las personas.

Ante todo, hay que liberarse de los prejuicios de clase. Dejemos de dividir a los hombres entre buenos y malos; entre los que se puede saludar y los que no; entre los que se debe amar y ayudar y los que no.

Aprendizaje

Aprendamos que DIOS no hace distinción entre ricos o pobres, entre intelectuales o mal educados, entre los de izquierda o de derecha, entre negros, blancos, amarillos, mulatos o colorados, ya que Su Plan Misericordioso contempla la Salvación para todos, cuyo único requisito es el de creer en Él y comenzar a actuar de acuerdo a Sus Designios.

Así que, hoy podemos vernos retratados en Leví, que a pesar de saberse pecador y excluido por sus paisanos, acepta la invitación a la CONVERSIÓN y al SEGUIMIENTO, que le hace JESÚS, o también podemos vernos retratados en los letrados y fariseos que por sus prejuicios se cierran rotundamente a esta invitación.

De tal manera que podemos preguntarnos: ¿Cómo puedo romper mis prejuicios, que me impiden ver la Propuesta que me hace JESÚS, para ir al encuentro del otro sin mirar, raza, condición social, política, económica o religiosa? ¿Abro mi corazón y mi mente a la Novedad del REINO DE DIOS que nos ha traído JESÚS?

Señor JESÚS, ayúdanos a experimentar y a vivir siempre la Gracia de Tu AMOR y de Tu Perdón, para que podamos dar testimonio visible de que somos seguidores Tuyos, al aceptar a todos nuestros semejantes, sin prejuicios de ningún tipo.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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