Evangelio

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará».

Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?».

Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a San Cristóbal Magallanes, quien fue un sacerdote y mártir mexicano, durante la Guerra Cristera de 1927. Nació en Totatiche, Jalisco, 30 de julio de 1869 y murió el 25 de mayo de 1927.

El Padre Cristóbal antes de ser fusilado dijo: «soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos».

Fue beatificado el 22 de noviembre de 1992 y canonizado por el Papa Juan Pablo II el 21 de mayo del 2000.

En la liturgia del día meditamos los textos: St 4,1-10; Sal 54; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, Según San Marcos capítulo 9, del verso 30 al 37, donde se relata el recorrido de JESÚS y sus discípulos por Galilea con destino a Jerusalén.

En el camino el Maestro les Anuncia, por segunda vez, su Pasión y Resurrección, pero sus discípulos no entienden este Mensaje tan enigmático y optan por la murmuración entre ellos.

Es que los discípulos han decidido seguir a JESÚS porque lo han idealizado como un Mesías guerrero, glorioso y triunfante que dará la batalla al imperio romano y que usará su poder de hacer milagros para imponerse como un gobernante terrenal donde cada uno de ellos ocuparían los primeros puestos gubernamentales.

No entienden lo que JESÚS dice por qué su mentalidad les impide comprender el Proyecto Salvífico de DIOS para la humanidad. Se quedan callados porque no quieren revelar abiertamente sus ambiciones personales y afán de superioridad.

Para corregir estas actitudes desviadas de los discípulos, el texto describe cuatro acciones de JESÚS:

1) «Se Sentó», postura del Maestro para la enseñanza.
2) «Los llamó», no es que estén lejos, sino que no están en sintonía con el Mensaje del Maestro.
3) Les enseña la importancia del servicio en los que quieren ser sus ministros, diciéndoles: «el que quiera ser el primero que se haga el último y el servidor de todos»(Mc 9,35).
4) llamó y colocó a un niño en medio de ellos, indicando la centralidad de los pequeños en la comunidad cristiana.

Mismas dificultades

Al confrontarnos con el texto, vemos que lamentablemente, después de dos mil y tantos años muchos de los seguidores de JESÚS seguimos teniendo las mismas dificultades de los primeros discípulos para comprender y asumir con radicalidad Su Proyecto Salvífico, cuyo fundamento no es el poder del dominio de unos sobre otros, sino la disposición para el servicio y el Amor fraterno.

Sin lugar a dudas que el Proyecto Salvífico de JESÚS nos muestra una categoría distinta a la que nos presenta la humanidad.

Ya que, en el Proyecto del Reino de JESÚS sus seguidores debemos entender que la vida, que es un regalo, que recibimos para darla, ofrecerla, entregarla en el servicio, de esta manera damos cumplimiento al mandato nuevo de vivir la fraternidad, siendo grande a los ojos de DIOS que es lo que más debe importarnos en la vida.

Por eso es que JESÚS invita a sus discípulos de todos los tiempos a configurarnos con los Valores del Reino, sirviendo sin esperar recompensas, abandonando ambiciones de poder y privilegios, poniéndonos en el lugar de los excluidos.

Y entendiendo que la universalidad del Mensaje de Salvación de JESÚS no se refiere solo a los destinatarios, sino también a los llamados para el discipulado.

Señor JESÚS, ayúdanos a entender que la vida es un regalo, que recibimos para darla, ofrecerla y entregarla, en el servicio a nuestros semejantes, por lo cual seremos gratos a los ojos de DIOS que es lo que más debe importarnos en la vida.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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