En aquel tiempo, Jesús se fue a la región de Cesárea de Filipo. Estando allí, preguntó a sus discípulos: «Según el parecer de la gente, ¿quién soy yo? ¿Quién es el Hijo del Hombre?» Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o bien Jeremías o alguno de los profetas.» Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.»
Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjonas, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos. Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.» Entonces Jesús les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
A partir de ese día, Jesucristo comenzó a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y que las autoridades judías, los sumos sacerdotes y los maestros de la Ley lo iban a hacer sufrir mucho. Que incluso debía ser muerto y que resucitaría al tercer día.
Pedro lo llevó aparte y se puso a reprenderlo: «¡Dios no lo permita, Señor! Nunca te sucederán tales cosas.» Pero Jesús se volvió y le dijo: «¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tú me harías tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres.
Reflexión del Evangelio
La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta entre otros santos en honor a Santo Domingo de Guzmán. Nació en Caleruega (Burgos) en 1170. En 1215 asiste al Concilio de Letrán. El 22 de diciembre de 1216, recibe del Papa Honorio III la Bula «Religiosam Vitam» por la que confirma la Orden de Frailes Predicadores.
Con su Orden perfectamente estructurada y más de sesenta comunidades en funcionamiento, agotado físicamente, y tras una breve enfermedad, murió el 6 de agosto de 1221. En 1234, su gran amigo y admirador, el Papa Gregorio IX, lo canonizó.
La liturgia del día meditamos los textos: Jr 31,31-34; Sal 50; y el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, según San Mateo capítulo 16, del verso 13 al 23. en el que se narra dos acciones un poco contradictorias, pero que indudablemente se complementan.
Acciones de Jesús
En la primera acción JESÚS, interroga a sus discípulos, para saber qué dice la gente y ellos sobre Él. Ellos le dicen que la gente opina muchas cosas sobre Él y Pedro se adelantó, entre los Apóstoles, y proclamó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.» (Mt 16,16).
Lo que demuestra que, la Fe en Cristo es mucho más que una convicción humana, es una Fuerza que brota desde lo más profundo del alma, que está alentada por el Espíritu Santo.
Las palabras con que JESÚS felicita a Pedro: «Feliz eres Simón», valen también para todo verdadero creyente, y confirman que es, El Padre El que nos ha elegido y nos ha traído hacia Cristo.
En la segunda acción, JESÚS, les informa a sus amigos, que Él tendría que sufrir mucho y morir en la Cruz, para instaurar Su Reinado de Amor en la tierra. Pedro no podía aceptar que la injusticia y la fuerza del mal salieran vencedoras. JESÚS, en cambio, sabe que para destruir el poder del mal no hay otro camino que el sacrificio de Sí Mismo.
Pedro se pone frente a JESÚS para cerrarle el camino que lleva a la Cruz y JESÚS reconoce en su intervención la misma voz que lo tentó en el desierto. Por eso JESÚS lo llama Satanás, que significa Tentador o Estorbo. Y le dice a Pedro, que pase más bien detrás de Él y lo siga, como conviene a un discípulo.
Gran opción de toda vida humana
Al confrontarnos con el texto, podemos ver que, JESÚS nos recuerda la gran opción de toda vida humana: nadie podrá encontrar a DIOS ni llevar a feliz término su vida si no es sacrificándola. Fuera de eso, todo es palabrería.
Pero hay que tener claro que esta es una opción que, cuando la cotejamos con las opciones de éxitos, de riquezas, y de poder que se nos presenta el mundo, entonces nos surgen las dudas y esa es la razón por la cual el compromiso definitivo con la opción de Vida que nos ofrece JESÚS, nos da mucho miedo a la mayoría de los seres humanos.
Por eso es que el texto de hoy nos invita a definirnos claramente con la opción de vida que nos ofrece JESÚS. Y si bien muy pocas veces tenemos tiempo para sondearnos y preguntarnos: ¿Quién es JESUCRISTO para nosotros? Hoy es Él mismo el que nos pregunta: ¿y tú quién dices que Soy YO? Pregunta que nos parece realmente fundamental en nuestro camino de Fe, y cuya respuesta nos marca, ya que, «de la abundancia del corazón habla la boca» (Mt 12,34).
Señor JESÚS, Tú te has hecho uno de nosotros para sentir en carne propia las injusticias y las bajezas del mundo, y explicarnos así, que es en el crisol del sufrimiento donde se templa el alma y el carácter, para luchar contra el odio, el revanchismo y la exclusión.
Amén.
Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
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