¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes son como sepulcros bien pintados, que se ven maravillosos, pero que por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre.

Ustedes también aparentan ser personas muy correctas, pero en su interior están llenos de falsedad y de maldad. ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes construyen sepulcros para los profetas y adornan los monumentos de los hombres santos.

También dicen: Si nosotros hubiéramos vivido en tiempos de nuestros padres, no habríamos consentido que mataran a los profetas. Así ustedes se proclaman hijos de quienes asesinaron a los profetas. ¡Terminen, pues, de hacer lo que sus padres comenzaron!

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta entre otros santos en honor a San Agustín de Hipona. Obispo y doctor de la Iglesia, conocido como el «Doctor de la Gracia» fue el máximo pensador del cristianismo del primer milenio y según Antonio Livi uno de los más grandes genios de la humanidad.

Autor prolífico, dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología, siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras más destacadas. Nació en Tagaste, el 13 de noviembre del 354, y murió en Hipona el 28 de agosto del 430.

la liturgia del día nos presenta los textos: 2Ts 3,6-10.16-18; Sal 127; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo, capítulo 23 del verso 27 al verso 32.

En el que JESÚS hace otras acusaciones más contra los escribas y fariseos, llamándolos sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero llenos de inmundicia por dentro, y cuyo objetivo es la de desenmascarar una falsa piedad alabada y aplaudida por todos, que esconde un interior lleno de corrupción y maldad.

JESÚS, también les recrimina su contradicción entre lo que hacen y lo que dicen. Ya que sus contemporáneos hacían monumentos para conservar la memoria de los Profetas, diciendo que ellos no hubieran participado en el asesinato de los mismos.

Sin embargo, guardaron silencio frente al asesinato de Juan el Bautista, y ahora se están confabulando para acusar, condenar y eliminar a JESÚS, por eso Él les dice: «¡Terminen, pues, de hacer lo que sus padres comenzaron!» (Mt 23,32).

La Sagrada Escritura

Recordemos que la Sagrada Escritura nos muestra que los Profetas tienen muchos adversarios, y que son habitualmente condenados cuando ponen en tela de juicio la infidelidad del pueblo y de sus gobernantes a los Designios de DIOS.

Por eso es que los jefes religiosos del tiempo de JESÚS, tampoco estaban dispuestos a escuchar unas acusaciones en su contra, Ya que, una cosa era honrar a los profetas del pasado y los Libros Sagrados, y otra recibir las críticas que DIOS les dirigía en esos días, no escritas en un libro sagrado, sino proferidas por el carpintero JESÚS.

De este modo dejaron pasar la hora en que DIOS los visitaba y siguieron la senda que los llevaba a ellos y a su nación a la ruina y a la perdición.

Exigencias del Maestro

Al confrontarnos con el texto, vemos que tanto ayer como hoy el Maestro nos hace una exigencia bien clara a sus discípulos de todos los tiempos, para que revisemos nuestro compromiso de Fe con el accionar de nuestra vida cotidiana.

Porque si nuestra Fe, es decir nuestra adhesión a la Persona de JESÚS no nos lleva a una acción permanente de defensa de la dignidad del ser humano, particularmente de los pobres y excluidos, algo falta a nuestra Fe, y esto no lo tolera el Maestro.

Por eso es que JESÚS nos estremece llamándonos: «sepulcros blanqueados», por asumir la actitud de la gran mayoría de los miembros de nuestra sociedad que vive con tolerancia y aceptación resignada la corrupción a todos los niveles, la violencia de todo tipo, la exclusión, la explotación, el cobro de vacuna por cualquier gestión y tantas otras cosas malas, que atentan contra la dignidad de las personas.

Lo que demuestra que los cristianos o estamos haciendo muy poco, o nos «hacemos los locos» ante tanta barbarie y tantas injusticias.

Para preguntarnos

De allí que sea propicia la oportunidad para preguntarnos: ¿Cuál de estas recriminaciones que JESÚS les hace a los fariseos, alude a mi compromiso cristiano?, ¿soy un sepulcro blanqueado?, ¿mi actuación dista mucho de lo que digo?, ¿me dedico a criticar sin aportar soluciones?

¿Estoy dispuesto edificar una Iglesia más comprometida con los valores de justicia y de solidaridad que nos pide JESÚS, para poder contrarrestar la espiral de violencia contra la vida y contra los Designios de DIOS?

Señor JESÚS, líbranos de las falsas posturas y tantas vitrinas donde se exhiben nuestras vanidades. Y danos el discernimiento necesario para fijar nuestra mirada en Ti y configurarnos con Tu Verdad y con Tu Justicia.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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