Varsovia.- La Federación Rusa es un estado fallido y necesita una recreación como democracia, según declara a EFE en Varsovia Ilya Ponomarev, exdiputado ruso en el exilio que, junto con otros opositores, apoya una alternativa al régimen de Vladímir Putin y la defiende en un congreso que se celebra en Polonia.

«Tenemos un objetivo simple. Estamos ahora en la oposición, no hay un poder legítimo en Rusia. Es el resultado de la usurpación que ocurrió durante años y terminó con las enmiendas constitucionales que Putin aplicó hace dos años», asegura Ponomarev en entrevista en la capital polaca.

«Creemos que la guerra en Ucrania es una consecuencia directa de todas las acciones de Putin para usurpar el poder. Por lo tanto, queremos crear un nuevo poder», agregó Ponomarev, que desde 2007 fue diputado de la Duma estatal, la cámara baja del Parlamento ruso.

En 2012, junto con el también diputado Dmitry Gudkov, lideró las protestas contra las irregularidades en las elecciones presidenciales y el regreso de Putin a su puesto como presidente.

En 2014 fue el único diputado de la Duma que votó en contra de la anexión de Crimea por parte de la Federación Rusa. Mientras estaba en California las autoridades rusas anunciaron que no permitirían su regreso y desde 2016 vive en Kiev.

Ahora Ponomarev es uno de los organizadores del Primer Congreso de Diputados Populares de Rusia, que se celebra desde este viernes y hasta el 7 de noviembre en Jabłonna, cerca de Varsovia. Los organizadores aseguran que 52 diputados rusos de diferentes niveles han confirmado su participación.

«Nuestra tesis es que la actual Federación Rusa ha fallado como estado, la constitución que le dio origen se introdujo además en circunstancias dudosas en 1993 así que necesitamos recrearlo», afirmó.

Ponomarev asegura que el Congreso que ahora se reúne en Polonia podría funcionar como base para la reforma de la Rusia post-Putin.

«Cuando el régimen cambie el país necesitará al Parlamento y habrá un largo período de transición durante el cual se formará el nuevo sistema político, los partidos políticos, etc. Llevará tiempo. Durante ese período alguien tendrá que tomar las decisiones legislativas», aventura este exdiputado ruso sobre una futura Rusia sin Putin.

«Así que estamos reuniendo a gente que tienen mandatos que fueron reconocidos en el pasado por organismos internacionales y rusos. Cualquiera que tenga un mandado del pueblo puede unirse a nosotros», afirmó a EFE.

Según Ponomarev al Congreso en Polonia asistirán políticos opositores de todo el espectro político desde la izquierda hasta los liberales y los nacionalistas rusos.

«Hay un consenso, todos queremos la democracia, la cuestión es con qué carácter y forma», añadió.

Para Ponomarev está claro que la era de Putin está llegando a su fin. Eso es por lo que, asegura, es importante presentar al pueblo ruso una alternativa democrática viable.

«Putin convence al pueblo de que es o él o volver al caos de la década de los noventa del siglo XX en Rusia. Con la guerra Putin es una opción mucho menos atractiva para los rusos. Sin embargo, ahora la gente solo ve dos opciones: él o la sangre y el caos en el país. Por eso piensan que Putin es una opción más segura. Queremos enviar al pueblo un mensaje claro de que estamos dispuestos», añadió.

Una de sus propuestas para el Congreso es la aprobación de revisiones a la privatización de compañías rusas que sucedieron en los noventa y que fundaron la riqueza de mucho oligarcas.

En su opinión, el reconocimiento del Congreso por parte de la comunidad internacional facilitaría el colapso del régimen de Putin.

«Si las élites ven que Occidente habla con representantes en el Congreso, se darán cuenta de que tienen que escuchar, hablar con nosotros y llegar a acuerdos con nosotros. Por lo tanto, nuestra prioridad es tener ese reconocimiento de la comunidad internacional», agregó.

«Si lo conseguimos, entonces el resto será más una cuestión técnica de la que nos encargaremos», afirmó.

Al mismo tiempo, Ponomarev está ayudando a crear un regimiento ruso en Ucrania cuyo objetivo es apoyar a la resistencia anti Putin y a grupos de sabotaje dentro de Rusia.

Añadió que no cree «que sin tener el poder y la resistencia real los cambios sean posibles» y piensa que la oposición no debería cerrar sus puertas a aquellos que querrían abandonar la administración de Putin.

«Creo que debemos darles a las personas de las élites actuales la oportunidad de pasarse a nuestro lado hasta el final. Debe haber un mensaje claro, que si quieren hacer algo bueno, pueden ser perdonados e incluidos en el nuevo sistema», dijo Ponomarev.

A Ponomarev no le importaría llevar a Putin a los tribunales internacionales si se consiguiera echarle. «Me encantaría llevar a Putin a los tribunales internacionales. Sin embargo, no creo que sobreviva tanto tiempo. Sería un verdadero placer, pero no creo que suceda», concluyó.

Łukasz Olender EFE

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