Nueva York.- La crisis desatada por la expansión del COVID-19 y la caída de los precios del petróleo ponen especialmente a los países de Latinoamérica ante una «grave» situación debido a la escasez de recursos económicos para hacerles frente, explica en una entrevista con Efe el exministro colombiano de Hacienda Mauricio Cárdenas.

«Estos son tiempos muy difíciles en el mundo entero, pero son particularmente complejos para América Latina. Yo creo que todavía nosotros, en América Latina, no somos conscientes de la gravedad de la situación», asegura Cárdenas, profesor visitante en la Universidad de Columbia de Nueva York (EEUU).

Cárdenas explica que los países latinoamericanos además del «problema que tiene el mundo entero con el COVID y todas sus manifestaciones y consecuencias, que son enormes», y que «van a requerir muchísimo recursos fiscales para enfrentarlo, empezando por los temas de salud pública», está el «choque adicional del petróleo» con el reciente hundimiento de los precios por las tensiones entre Rusia y Arabia Saudí.

«Creo que no habíamos visto un escenario tan complejo en América Latina, probablemente desde finales del siglo pasado, porque la crisis de 2008-2009 golpeó América Latina pero fue rápida y, sobre todo, hubo una recuperación rápida de China y volvieron los precios de los productos básicos», subrayó.

El experto citó entre otros ejemplos, los recursos adicionales que necesita el sector sanitario para hacer frente al coronavirus, como respiradores y equipos de detección, así como las consecuencias directas en la economía al imponerse medidas extraordinarias como los cierres de negocios o la cuarentena.

Las cuarentenas no solo afectarán, subraya, la capacidad de las empresas de producir y afrontar el pago de sus deudas, sino también los ingresos de los trabajadores, así como la «economía informal» de estos países.

«Hay muchas personas en nuestra región que viven en el mercado informal, o sea, que no tienen seguridad social, que dependen de lo que ganan diariamente. Si no ganan, no tienen con qué comer», dice Cárdenas.

LA CAÍDA DE LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO

A este panorama «sumamente complejo», comenta, hay que «sumarle el efecto de la caída de los precios del petróleo», que repercute de manera directa en la capacidad de financiarse de los Estados latinoamericanos.

En países como México, Venezuela, Colombia, Ecuador o Brasil el petróleo es «una actividad que genera grandes ingresos a los Gobiernos por la vía de los impuestos, por la vía de las regalías o por la vía las utilidades de las empresas estatales (centradas en gas y petróleo)».

Lo que producirá un «efecto negativo sobre las finanzas públicas» y «limita la capacidad de los Gobiernos de aumentar el gasto, que es lo que exige el COVID-19».

“Ningún Gobierno va a ser capaz de enfrentar el COVID sin más gasto público», sentencia Cárdenas, quien considera que «todos los Gobiernos de América Latina van a tratar en cuestión de días, sino de horas, de reforzar los programas de transferencias monetarias a los hogares más pobres».

LA DIFICULTAD DE LA FINANCIACIÓN

Pero además de la caída del precio del oro negro, de los recursos necesarios para afrontar el COVID-19 y del parón económico aparejado a la expansión de virus, el exministro colombiano apunta a un tercer factor «que puede verse un poco como consecuencia de las anteriores, pero que tiene vida propia».

«Y es que los capitales están volviendo a sus refugios naturales que son el oro y los papeles del tesoro americano», según comenta el experto, que agrega que los inversores van a intentar vender las acciones latinoamericanas «y eso significa una salida de capitales. Entonces el problema es muy serio».

El profesor asociado de la Universidad de Columbia agrega que «los ‘spread’ (diferenciales) sobre la deuda latinoamericana han subido mucho y, cuando eso ocurre, se restringe el financiamiento, por lo que, en este momento, es imposible para un Gobierno latinoamericano, para una empresa, pensar en hacer una emisión de bonos en el mercado internacional».

“Todos los países necesitan gastar más en un momento en el que se sabe que los ingresos fiscales van a caer por el menor crecimiento de la economía, punto número uno, y punto número dos, por los menores ingresos de las rentas petroleras», apunta antes de advertir de que la cuestión acabará «gravitando» hacia los organismos multilaterales en Washington.

En este sentido apunta que estas instituciones tendrán un papel determinante, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya tiene programas con Argentina y Ecuador y que, según Cárdenas, tendrá que «flexibilizar» algunos de «los componentes de estos, sobre todo en materia fiscal».

REFORMAS DOLOROSAS, PERO NECESARIAS.

«Los países van a tener que ganar tiempo para pagar sus obligaciones», considera el exministro, quien también cree que es necesario para superar la crisis que se avecina una agenda de reformas que no se han llevado a cabo «por temor a la impopularidad» o «porque los partidos no se han puesto de acuerdo».

Para él, este sería el momento de aplicarlas porque en «los momentos de crisis y en los momentos de mayor tensión es cuando las sociedades se unen» y es más fácil sacar adelante unas reformas que, según Cárdenas, pueden ser «dolorosas» a corto plazo, pero «necesarias» en el largo.

La reforma de pensiones en Colombia, la tributaria en Brasil y la fiscal en Ecuador o Chile son algunos de los ejemplos presentados por el exministro, para quien cuanto más tarde se actúe, peores serán las consecuencias.

 

Jorge Fuentelsaz EFE

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