Caracas. Edward Pacheco se destacó impartiendo justicia durante la temporada 2019-2020 y ejerció liderazgo, como uno de los árbitros más experimentados, en una campaña que se inició con varios oficiales de poco recorrido en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. En medio de esas circunstancias, su desempeño no defraudó y recibió el Premio Gualberto Acosta, al Umpire del Año. 

“Primero que todo, quiero dar gracias a Dios por este galardón, ya que sin él  nada sería posible. También quiero darle las gracias a mi familia, esposa, hijos, madre y hermano, y demás familiares”, destacó el barquisimetano, de 40 años de edad. “También muy agradecido por el apoyo de la LVBP y de nuestro coordinador Miguel Hernández, ya que siempre he contado con su apoyo y confianza”.

Fue a la Serie del Caribe de 2010, en Puerto Rico, y de 2014, en la Isla de Margarita. El año pasado estuvo contratado por la Liga Colombiana de Verano, mientras que es árbitro internacional de Clasificación A de la Federación Venezolana de Beisbol.

“Este reconocimiento significa mucho para mí, pues no me lo esperaba. Pero no es sólo mío, sino también del resto de mis compañeros de trabajo, que me han ayudado noche tras noche a realizar mejor mi desempeño dentro y fuera del terreno”, abundó Pacheco.

El umpire larense era uno de los tres candidatos al Gualberto Acosta, junto con Roberto Moreno y Carlos Leal, tras previa selección por su desempeño técnico. Pacheco dominó la escogencia, en la que participan representantes de los medios de comunicación, miembros del departamento de Operaciones de Beisbol y la Junta Directiva de la LVBP, con el 40% de los votos.

“Ha sido un árbitro con una muy buena carrera. Se ha esforzado mucho para estar donde está y ser reconocido como Umpire del Año”, destacó Hernández, coordinador de árbitros de la LVBP. “Ha tenido sus altas y bajas y ha estado inmiscuido en algunas decisiones fuertes, pero ha salido airoso. Se merece el reconocimiento a su constancia, tras una muy buena carrera”.

Pacheco estuvo detrás del plato en el encuentro que disputaron Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua, en el Estadio José Pérez Colmenares, donde se disputaron 20 entradas, una marca para el circuito. El desafío terminó en la madrugada del 28 de diciembre, tras 8 horas y 8 minutos de juego, otro registro histórico.

“Me siento bien contento con el trabajo que realizó este año, con las responsabilidades que asumió”, apuntó Hernández. “Pienso que nunca bajó el ritmo. En el Magallanes-Tigres (en el que estaba en juego la clasificación), pudo mantener la consistencia en la zona de strike. Allí se ratificó por qué se ha ganado todo ese respeto en los últimos años. Esperamos seguir contando con él en las próximas campañas”.

“No es algo que puedas prever, no puedes pensar en un juego de 20 entradas, pero después de los primeros nueve innings, estuve mentalizado, metido en el juego. Cada inning siguiente lo trabaje como si fuera el primero”, afirmó Pacheco. “Me siento afortunado por estar presente, de alguna manera, en el libro de récords de la Liga”.

Pacheco fue uno de los tres umpires que comenzaron la campaña con al menos tres lustros de experiencia, junto con Luis González y Jorge Terán, que había ganado los últimos dos premios Umpire del Año.

“Es un trabajo de todo el año, nunca dejamos de arbitrar y siempre estamos preparándonos, tanto en lo físico como en lo fundamental, que son los conocimientos sobre las reglas de beisbol”, subrayó Pacheco, que es instructor del Venezuelan Umpire Camp.

Redacción SNPD con

información de LVBP.com

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