Expertos de la Universidad de Harvard, EEUU, presentaron su novedoso experimento, un metafluido programable que logra modificar su elasticidad y opacidad.
Para comprender la naturaleza de este elemento, es necesario aclarar que es un tipo de metamaterial, el cual es construido de manera artificial, donde sus elementos son determinados no por su composición, sino por su estructura.
Catalogado como metafluido, es capaz de fluir y acoplarse a la figura de su contenedor. Los especialistas lo crearon para configurar su viscosidad y propiedades ópticas, según lo indicó una de las colaboradoras de la investigación, Katia Bertoldi.
Puede ser utilizada en múltiples aplicaciones, desde amortiguadores inteligentes que distribuyen la energía según la fuerza del impacto, hasta actuadores hidráulicos para configurar robots, además de mecanismos ópticos para volver las cosas opacas o traslúcidas.
«Solo estamos arañando la superficie de lo que es posible con esta nueva clase de fluidos», afirmó el creador del estudio, Adel Djellouli.
Configuración del metafluido
Este líquido inteligente implementa una suspensión de diminutos círculos de elastómero, llenas de aire y súper moldeables, que tienen un tamaño de 0.001 milímetros, el cual se consigue doblar bajo presión, modificando totalmente sus cualidades.
Al incrementar la presión dentro del líquido de suspensión, estas esferas colapsan, creando así semiesferas semejantes a un lente, y al disminuir la presión, vuelve a su estado original.
Tal transformación cambia diversas propiedades del líquido, desde la opacidad hasta la viscosidad, que pueden configurarse según el grosor, tamaño y número de las esferas líquidas.
Hasta ahora, los científicos han evidenciado la capacidad de programación del fluido al cargar el metafluido en una pinza robótica hidráulica, logrando que esta levante un huevo y una botella de cristal.
En contraste con un sistema hidráulico convencional que depende de aire o agua, donde el robot requeriría sensores o controles externos para ajustar su agarre y manipular las cosas sin dañarlos, el metafluido elimina esta necesidad al responder automáticamente a distintas presiones.
«Demostramos que podemos utilizar este líquido para dotar de inteligencia a un robot sencillo», aseguró Djellouli.
Modificación óptica
Asimismo, se configuran sus propiedades ópticas al sufrir diversas presiones. Al ser cápsulas esféricas, la luz se logra dispersar y provocan que el líquido se vuelva opaco, sin embargo, al ejercer presión colapsan, y se comportan como microlentes, generando que el líquido se vuelva transparente.
De igual manera, los especialistas indicaron que dichas esferas se comportan como un líquido newtoniano, implicando que su viscosidad se modifica ante cambios de temperatura.
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