Miami.-Florida conmemora la edición número 50 del Día de la Tierra, que se celebra el 22 de abril, con la vista puesta en el nivel del mar, cuya subida amenaza con convertir a 2,5 millones de personas del sur del estado en «refugiados climáticos».
La joven activista y directora ejecutiva de Sink or Swim Project, Delaney Reynolds, aseguró en una entrevista con Efe que «nadie está a salvo» de la subida del nivel del mar como consecuencia del calentamiento global, pero que la solución radica en la transición hacia una economía basada en energías renovables.
«Al convertirse en refugiados climáticos, algunas personas en el sur de Florida podrán mudarse y vivir en algún otro lugar del país que no esté afectado por la subida del nivel del mar, pero la población más empobrecida no podrá hacerlo, y esta es la verdadera crisis», aseveró.
Reynolds, que vive con su familia en los Cayos de Florida y se ha pasado media vida en el agua, celebrará este día en casa de forma «diferente» por culpa del COVID-19.
La joven ha sido comparada con la sueca Greta Thunberg, participará en la cumbre digital Earth Optimism que ha organizado Smithsonian Conservation Commons.
«Aunque los tiempos son un poco diferentes, hay muchas formas de celebrar en línea y a salvo desde la casa de cada uno»
«Hay muchos eventos a través de internet, como festivales de música, documentales o conferencias para conmemorar estos cincuenta años», aseguró.
UNA DÉCADA SIN AVANCES EN FLORIDA
Florida será la región más afectada por la subida del nivel del mar durante las próximas décadas.
«Para 2060 habrá subido al menos 60 centímetros, una situación en parte provocada por la inacción de parte del gobierno estatal», según Reynolds.
Una de las pocas medidas implementadas desde las instituciones es la ley SB 178 impulsada por el senador estatal José Javier Rodríguez, aprobada el pasado mes de marzo y obliga a presentar un estudio sobre el posible impacto medioambiental en cincuenta años antes de construir con el dinero de los impuestos en zonas costeras.
Reynolds recalcó que «poco a poco las cosas están cambiando», y aunque el gobernador de Florida, Ron DeSantis, conoce el problema «todavía hay mucho por hacer».
«Lo que he visto hasta ahora es mucha palabrería, se necesita que hagan algo sustancial que ayude a reducir las emisiones de dióxido de carbono», aseveró.
Una idea con la que coincide Thais López, la cofundadora de VoLo Foundation, una organización medioambiental que se encarga de investigar a través de los datos los cambios producidos por el cambio climático.
Un estudio de esta organización asegura que para el año 2030 habrá en Florida al menos cien días con temperaturas superiores a los 37 grados centigrados, una subida en las temperaturas que provocará más huracanes, sequías y migraciones forzosas por culpa de la subida del nivel del mar.
«La gente no asume que todo está relacionado con el problema climático. La economía, la inmigración, las guerras. Hace mucho tiempo que nos dimos que las guerras son por la falta de agua y la falta de recursos», comentó.
EL EFECTO DE LA CUARENTENA
En diferentes lugares del globo se ha visto el efecto que está teniendo la cuarentena de COVID-19 en la naturaleza, que después de unas semanas de confinamiento se ha tomado un descanso del ser humano y ha permitido que en lugares como los Cayos las aguas sean completamente transparentes.
«Quiere decir que la naturaleza no nos necesita, la naturaleza va a subsistir y va a seguir su curso sin nosotros. No se puede decir que el coronavirus es una buena noticia, pero la verdad es que la naturaleza necesitaba un descanso», indicó López.
Por otro lado, las concentraciones habituales que se llevaban a cabo en otras ediciones del Día de la Tierra han tenido que ser suspendidas por culpa del coronavirus, pero organizaciones como 350 South Florida mantienen el espíritu vivo mediante una huelga en línea.
Esta organización pide a la población que les envíen fotografías con carteles protestando por el cambio climático para poder realizar un mural que muestre la preocupación de la población por frenar este problema.
Otros, como la artista ecofeminista estadounidense de 85 años Mira Lehr, que con sus obras advierte sobre el «Armagedón climático» que se cierne sobre Florida, no pierde la esperanza ante la pandemia a la que debemos enfrentarnos «todos juntos».
«Todos juntos podemos superar esto. Es una cuestión de ideas. Si podemos sanar el planeta, también podemos curarnos a nosotros», comentó a Efe.
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