El incendio declarado en la isla portuguesa de Madeira, la mayor del archipiélago homónimo, continúa este miércoles una semana después de su inicio, con el foco más preocupante ubicado en la cordillera central.
La Protección Civil regional informó en un comunicado de que combate las llamas con más de 30 vehículos y más de un centenar de efectivos sobre el terreno, entre los que figuran bomberos llegados desde el archipiélago luso de las Azores y de Portugal continental.
Actualmente el fuego tiene dos focos: uno en las zonas altas del área de Ponta do Sol y otro en la cordillera central, entre las partes elevadas de Curral das Freiras y Pico Ruivo.
La dificultad en la cordillera central se debe a que el fuego se está extendiendo por zonas de difícil acceso. Se espera que en las próximas horas se concentren en esta área miembros de la fuerza especial de la Protección Civil nacional enviada a Madeira y el único medio aéreo de que dispone la isla.
Mientras, en Ponta do Sol, los efectivos están intentando impedir el avance de las llamas para que no se aproximen a las viviendas de esa zona.
Desde el inicio del fuego, las autoridades han evacuado al menos 220 personas de sus casas por seguridad. De momento no se han registrado víctimas mortales ni se han visto afectadas viviendas ni infraestructuras esenciales.
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