Las autoridades talibanes de Afganistán elevaron a 52 el número de personas fallecidas y cifraron en 65 el número de heridos en los dos accidentes de tráfico ocurridos el miércoles en el este de Afganistán, en los que estuvieron involucrados tres autobuses y un camión cisterna.
«Con gran dolor recibimos noticias de dos accidentes en los que han muerto 52 personas y otras 65 han resultado heridas, enviamos nuestras condolencias a los familiares de las víctimas en estos terribles incidentes», aseguró en un mensaje de audio difundido a la prensa el portavoz de las autoridades ‘de facto’ afganas, Hamdullah Fitrat.
El portavoz talibán dijo que las autoridades están investigando las causas de los dos accidentes que tuvieron lugar en la provincia de Ghazni.
Anteriormente, el jefe del Departamento de Información y Cultura de la provincia, Hamidullah Nisar, detalló a EFE que ambos siniestros se produjeron alrededor de las 23:00 hora local del miércoles (18:30 GMT).
Un primer accidente involucró a dos autobuses, mientras que en el segundo un autobús colisionó con un camión cisterna.
El jefe departamental calificó la situación de «escena terrible» y no pudo detallar si hay mujeres y niños entre los fallecidos en los dos accidentes.
Los servicios de emergencia respondieron rápidamente, según las autoridades locales, que informaron de que la mayoría de los heridos están recibiendo el alta médica, aunque la condición de algunos es crítica.
Los vehículos accidentados viajaban por la carretera entre la capital afgana, Kabul, y la ciudad de Kandahar, en el sur de este país asiático.
Seguridad vial en Afganistán
Los accidentes resaltan las preocupaciones persistentes sobre la seguridad vial en Afganistán, debido a la baja calidad de las infraestructuras, especialmente en las principales carreteras, la falta de señales de tráfico y la irresponsabilidad de algunos conductores, lo que genera un tráfico intenso y unas condiciones peligrosas para la conducción.
La mayoría de los accidentes en Afganistán se atribuyen principalmente al incumplimiento de las leyes de tráfico, las condiciones de las carreteras, el exceso de velocidad, la falta de carreteras estándar y de señales de tráfico.
Además, el desarrollo de las ya frágiles infraestructuras del país han sufrido un serio declive tras la vuelta de los talibanes al poder en agosto de 2021.
Con el bloqueo de las reservas internacionales, como parte de las sanciones al régimen de los fundamentalistas, y de los fondos de asistencia para el desarrollo, los talibanes afrontan graves problemas financieros para hacer frente a las necesidades más básicas del país.
En julio, 17 personas murieron y 34 resultaron heridas tras caer un autobús por un barranco en el norte de Afganistán.
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