España, afortunada en el sorteo de la Liga de Naciones tras juntarse con Dinamarca, Suiza y Serbia, salió bien parada gracias a la buena mano de Juan Mata, que, sin embargo, no benefició a Italia, Bélgica, Francia, selecciones a las que unió en el grupo más difícil, el de la muerte, con Israel como invitada para intentar derribar a tres gigantes.
Ese es el grupo A2. En él, si no hay sorpresas, tres equipos, con el permiso de Israel, pelearán por acceder a las semifinales de la competición. Y, de los tres, sin duda, el más fuerte será Francia, el rival a batir por el resto. El vigente subcampeón del mundo en Catar, con Didier Deschamps al frente y con nombres como Mbappé, Griezmann o Dembélé, entre muchos otros, es uno de los equipos más temibles del mundo.
Montaña rusa de Italia
Italia y Bélgica serán dos candidatos de lujo para arrebatar el primer puesto a Francia. Ambas selecciones no atraviesan su momento más brillante de los últimos tiempos y, sobre todo Italia, vive en una montaña rusa de resultados constantes.
Desde agosto de 2023 vive una nueva etapa con la llegada de Luciano Spalletti al banquillo. Reemplazó a Roberto Mancini en el cargo tras ganar el ‘Scudetto’ con el Nápoles y tiene la misión de volver a colocar a su país entre los mejores tras el fiasco del Mundial de Catar, al que ni siquiera se clasificó.
Pero Italia es capaz de lo mejor y de lo peor. Si no consiguió un billete para el Mundial, un año antes, en 2021, ganó la Eurocopa. Para la edición de Alemania 2024 se clasificó tras un empate agónico y polémico ante Ucrania, que pidió un penalti claro sobre Mudryk en el minuto 92 que habría mandado a Italia a la repesca.
Con jugadores como Barella, Chiesa, Jorginho, Dimarco o Donnarumma, intentarán que los brotes verdes vuelvan a una selección que hasta en dos ocasiones ha quedado tercera en la Liga de Naciones.
Nueva generación de Bélgica
Y, enfrente, tendrá también a Bélgica, que igual que Italia anda buscando su identidad tras la salida de Roberto Martínez tras el Mundial de Catar y la llegada al banquillo de Domenico Tedesco.
De momento, Tedesco mantiene en el grupo a un jugador de la edad de oro del fútbol belga por demarcación. Para el inicio del campeonato, ya podría contar con el lesionado Courtois en la portería; Vertonghen se mantiene como jefe de la zaga; De Bruyne sigue en la medular y Lukaku arriba.
Los mezclará con jóvenes emergentes como Onana, Theate, Faes, Lavia, Bakayoko, Mangala y el adiós de veteranos como Alderweireld o Hazard o la no convocatoria de Witsel o Mertens invitan a una nueva era para Bélgica.
Israel, que participará por primera vez en la Liga A, será la invitada a la pelea de los grandes. Y, dentro de unos meses, cuando empiece la competición, su incógnita será aún mayor si persiste el conflicto que mantiene con Gaza y que no ayuda a la concentración de sus jugadores.
Ahora, su actualidad se centra en clasificarse para la Eurocopa. Participará en la repesca y eso es un síntoma de crecimiento. Puede ser peligroso para Francia, Bélgica e Italia.
El último baile de Modric, Cristiano y Lewandowski
En el grupo A1, Croacia y Portugal son los grandes favoritos frente a Polonia y Escocia. El combinado croata, siempre competitivo, es el vigente subcampeón de la competición y una de sus principales dudas para la próxima edición de la Liga de Naciones tiene nombre de mito: Luka Modric.
El jugador del Real Madrid podría despedirse de la selección después de la Eurocopa. Si finalmente termina su aventura con Croacia, se iniciará una nueva etapa sin un jugador que desde 2006 ha conducido a su país hasta cotas inexplicables: bajo la batuta de Modric, Croacia ha sido subcampeón y tercero en los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022 y subcampeón en la pasada edición de la Liga de Naciones.
Portugal, con nombres de una calidad indiscutible como Gonçalo Ramos, Bernardo Silva, Joao Félix o Joao Cancelo, se encontrará en una disyuntiva similar con su eterna estrella, Cristiano Ronaldo.
De momento, participará en la Eurocopa de Alemania el próximo verano y, a sus 39 años, podría ser su última gran competición con Portugal. Sin embargo, la ambición del jugador del Al-Nassr es infinita y podría encabezar de nuevo al combinado luso en la Liga de Naciones.
Sorpresas en la Liga de Naciones
Polonia y Escocia serán las encargadas de intentar la sorpresa. La primera anda de capa caída. Funciona a trancas y barrancas, muestra síntomas de agotamiento en la era de Lewandowski y, aunque se clasifica para los grandes torneos, lo hace a última hora. Para la Eurocopa de Alemania, aún tiene pendiente su billete. Puede que, Lewandowski, el líder carismático de Polonia, se encuentre ante sus últimos coletazos con su selección.
Escocia, sin embargo, va hacia arriba. Ausente en los seis últimos Mundiales, consiguió clasificarse para la Eurocopa de 2020 y también para la de 2024. Con Scott McTominay al frente, es, a priori, la que menos opciones tiene de acceder a las semifinales.
Alemania busca recuperar prestigio
En el grupo A3, Países Bajos y Alemania lideran las apuestas para pasar de ronda. Ambas selecciones intentan salir del agujero de la intrascendencia en el que se encuentran y la Liga de Naciones puede ser una opción si no triunfan en la Eurocopa.
Países Bajos asomó la cabeza en Catar 2022. Alcanzó los cuartos de final y puso contra las cuerdas al campeón, Argentina. Se recuperó de su ausencia en Rusia 2018.
En Alemania 2024, intentará dar otro salto adelante para repetir mejores tiempos de glorias ya pasadas en las que triunfaba con Robben, Sneijder o Van Persie, líderes de la segunda generación de neerlandeses tras la etapa de Cruyff que ilusionó a su país.
Ahora, el turno es para Simons, Bergwijn, Werghorst, Dumfries, Gakpo, De Jong, Van Dijk, nombres que ya aportaron brotes verdes en el pasado Mundial de Catar.
Alemania tampoco luce en exceso desde las semifinales de la Eurocopa de Francia 2016. Desde entonces, no pasó de la fase de grupos en los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022, mientras que en la Eurocopa de 2020, cayó en octavos.
Julian Nagelsmann tiene mucho trabajo por delante para afinar una orquesta en la que Havertz, Gündogan, Sané, Gnabry o Kimmich marcan el paso.
Hungría y Bosnia-Herzegovina tendrán menos protagonismo. Sin embargo, jugadores como Szoboszlai, Orbán, Sallai, Demirovic o Krunic pueden dar mucha guerra y tienen mucho que decir.
España, favorita sin excusas
Y, seguramente, el favorito más afortunado ha sido España. El campeón se medirá en el grupo A4 a tres candidatos que están un peldaño por debajo como Suiza, Dinamarca y Serbia. Los hombres dirigidos por Luis de la Fuente iniciarán la defensa del título casi con la obligación de acceder a las semifinales.
Suiza, de momento, y de cara a la Eurocopa, seguirá contando con su vieja guardia (Schär, Xhaka, Shaqiri, Zuber). Después, es una incógnita. Cuando se enfrente a España, podría estar en pleno proceso de regeneración.
Dinamarca da pasos adelante y hacia atrás: alcanzó las semifinales de la pasada Eurocopa y cayó en la fase de grupos del Mundial.
Los Eriksen, Hojbjerg, Hojlund y compañía son una incógnita. Y Serbia, siempre combativa, con Vlahovic, Kostic, Duricic, Milinkovic-Savic, Tadic, Mitrovic, Jovic y compañía, puede ser un rival potencialmente muy complicado.
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