Migrantes y activistas de la frontera sur de México esperan una nueva oleada de migrantes ante la actual crisis en Haití, cuya migración irregular en territorio mexicano se multiplicó por 10 en 2023 y representó el principal país de origen de las solicitudes de asilo.
Rafael Alegría, defensor de los derechos de los migrantes en Tapachula, en el límite con Guatemala, consideró «preocupante» la ingobernabilidad en Haití tras la renuncia esta semana del primer ministro, Ariel Henry, y la declaración de un estado de emergencia ante la creciente violencia de las bandas armadas.
«No es de espantarnos que pueda venir una caravana masiva, sobre todo después de estas fugas que ha habido de diversas prisiones del país, en donde es preocupante que no se atienda de manera concisa el tráfico de personas que hay, el ingreso a nuestro país de forma digna, ordenada y segura», comentó a EFE.
Una crisis que crece
La violencia en Puerto Príncipe, la capital haitiana, ha aumentado desde que el 28 de febrero Henry se comprometió a celebrar elecciones antes en agosto de 2025, pese a que él debió concluir su mandato el pasado 7 de febrero.
El país caribeño está sumido desde hace semanas en un conflicto protagonizado por bandas armadas que controlan gran parte del territorio y que llevaron a Henry a anunciar que dimitirá una vez se conforme el consejo de transición para designar a su sucesor y alistas las elecciones presidenciales.
Esta situación podría repercutir en la frontera sur de México ante la llegada de más haitianos, quienes suelen afrontar discriminación por su idioma y color de piel, advirtió Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), a EFE.
Desde 2023, Haití desplazó a Honduras como el principal país de origen de peticionarios ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), con 44.239, más del doble de las 17.220 solicitudes del país caribeño en 2022.
Además, la Unidad de Política Migratoria reportó en 2023 más de 45.000 migrantes irregulares de Haití, un aumento interanual cercano al 900 %.
«Los migrantes haitianos son considerados migrantes económicos y, por lo tanto, no tienen ese beneficio para ser reconocidos en la condición de refugiado por parte de la Comar. Hay discriminación y actuaciones discrecionales, sobre todo de la Comar, para este grupo de personas», sostuvo García Villagrán.
Haitianos buscan vivir al cruzar la frontera
En la frontera de México con Centroamérica ya abundan historias de haitianos como la de Girome Yunes, quien aseguró que la mayoría de sus compatriotas salen porque el país «está en guerra».
«(Estamos) procurando un espacio para poder vivir, porque la mayoría está en guerra, saliendo de casa, procurando para vivir y sobrevivir, la mayoría está saliendo para un (mejor) país, los que los han obligado a salir son los malos presidentes que no ayudan», aseveró a EFE.
Yunes atravesó unos 15 países en avión, autobús y caminando para llegar hasta México, donde ahora vende aguas, refrescos, empanadas o pasteles en una carretera.
Wilson Morales es otro migrante haitiano en Tapachula, donde indicó que muchas de las personas salen de la isla por las pandillas.
«Es que todas las personas (están) saliendo por eso, allí hay un pleito contra las pandillas, toda esa gente está huyendo, saliendo y las familias están saliendo, toda esa gente no puede estudiar», expuso.
Y recordó que el éxodo haitiano se agudizó por primera vez en 2021, cuando ocurrió el magnicidio del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio, un terremoto de magnitud 7,2 el 14 de agosto y el azote de la tormenta Grace apenas dos días después.
«Había un presidente allá (y ya no), entonces no pueden estar viviendo tranquilos contra los bandidos por eso. Los familiares están saliendo, no pueden dormir, no pueden pasar una vida tranquila, no pueden estar en el patio de su casa, esa gente coge para México y Guatemala, está viniendo para una vida de tranquilidad y de paz», concluyó.
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