«Era como el día del juicio final», recordó en una conversación telefónica con Efe el joven afgano Samiullah, de 20 años.
La riada comenzó durante la madrugada y golpeó sobre todo a la capital de la provincia de Parwan, Charika, donde vive Samiullah.
El joven dormía cuando, en plena madrugada, le despertó la catástrofe y todos, excepto su madre, lograron salir de la vivienda familiar con vida.
«La inundación empezó hacia las tres o las tres y media de la mañana (…). Todo el mundo se despertó y trató de salvarse, nadie sabía dónde estaban los demás. Mi madre quedó atrapada en el sótano de la casa y falleció», se lamentó.
Entre los escombros también encontraron los cuerpos sin vida de dos hijos de sus vecinos, un niño y una niña.
«Hay otras muchas víctimas entre mis vecinos, mucha gente sigue bajo el barro y sus cadáveres todavía no han sido recuperados», dijo.
Testigo directo de la fuerza del agua, Samiullah explicó que la riada fue especialmente devastadora en su zona debido a que está situada en la falda de una ladera.
«Aquí todas las casas han colapsado y han quedado completamente destruidas», afirmó.
Según el último recuento del Ministerio de Gestión de Desastres afgano, la catástrofe en la provincia ha causado la muerte a al menos un centenar de personas.
«Según la información inicial, 100 personas han muerto y 100 han resultado heridas a consecuencia de las inundaciones en varias partes de la ciudad de Charikar, y más de 500 casas han sido destruidas», afirmó el ministerio en un comunicado.
El Gobierno ha entregado víveres y agua potable a unas 4.000 personas, según el comunicado, mientras que los centros educativos de la ciudad han sido transformados en refugios temporales para aquellos que han perdido sus hogares.
El director de Salud Pública de Parwan, Safiullah Warasta, elevó por su parte el número de heridos a 105 en declaraciones a Efe.
«Nuestros equipos de rescate y respuesta están trabajando duramente y siguen recuperando cadáveres, despejando carreteras bloqueadas, buscando desaparecidos y brindando asistencia de emergencia a los afectados», explicó a Efe el viceportavoz del gobernador de Parwan, Rahmatullah Haidari.
500 HOGARES AFECTADOS
Las autoridades no han precisado un número total de desaparecidos, aunque confirman que los daños a la propiedad son «muy altos» y que unas 500 casas han resultado afectadas o destruidas.
El Departamento de Gestión de Desastres afgano mostró imágenes de la catástrofe en sus redes sociales, en las que se veía cómo las aguas causaban destrozos en viviendas y vehículos, y dejaban calles embarradas y repletas de piedras.
«Estamos movilizando todos nuestros recursos disponibles para rescatar a las personas atrapadas, extraer los cadáveres, abrir las carreteras, brindar primeros auxilios (…) y entregar artículos comestibles y no comestibles a los afectados», dijo a Efe el portavoz del Departamento de Gestión de Desastres, Ahmad Tamim Azimi.
Según Azimi, las fuertes lluvias de la jornada también dejaron dos muertos y cinco heridos en la provincia central de Maidan Wardak y otros dos muertos y tres heridos en la oriental Nangarhar.
El ministro de Defensa afgano, Asadullah Khalid, se desplazó hasta la zona del desastre para evaluar los daños y prometió ayuda del Ejército.
EL PRESIDENTE PROMETE AYUDA
El jefe de Estado afgano, Ashraf Ghani, ha expresado su pesar por las inundaciones.
«El presidente del país está profundamente entristecido por las noticias de pérdidas humanas y financieras a causa de las inundaciones en la provincia de Parwan y otras partes del país», declaró el Palacio Presidencial en un comunicado.
Además de prometer la asistencia de los organismos públicos, Ghani también hizo un llamamiento a los comerciantes, empresarios y organizaciones humanitarias para «entregar la necesaria ayuda a las personas afectadas».
Los talibanes, en un comunicado, también lamentaron a las víctimas de las inundaciones y pidieron a sus combatientes en la zona que presten en la medida de lo posible ayuda a los afectados.
Afganistán sufre con frecuencia desastres naturales que provocan numerosas pérdidas humanas, como los corrimientos de tierra que causaron el fallecimiento de 2.000 personas en mayo de 2014 en el noreste del país, una situación agravada por casi dos décadas de guerra.
Baber Khan Shahel EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!