Como ejemplo de la influencia de la crisis social en la economía chilena, Briones afirmó que solo la semana pasada, en plena ebullición social en las calles, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se redujo en un 25 %.
«Esa es una merma relevante que nos entrega una indicación de la complejidad que estas empresas pueden estar soportando en estos días», dijo durante una declaración pública.
Entre las medidas de relajación para las pymes chilenas el ministro afirmó que los materiales saqueados o vandalizados del interior de los establecimientos no se grabarán con IVA.
Las pequeñas y medianas empresas tendrán que hacer un inventario en el que figuren las especies robadas o perjudicadas durante los saqueos, que se han reproducido a lo largo de los días de protestas en medio de las manifestaciones, sobre todo en Santiago, aunque también es una práctica que se ha replicado en algunas regiones.
Por otro lado, Briones indicó que se postergará hasta el 10 de septiembre del 2020 la declaración del IVA, y se agilizará y facilitará la presentación de informes de daños al Servicio de Impuestos Internos (SII).
«Vamos a disponer facilidades para informar al Servicio de Impuestos Internos de manera más simple y expedita del daño a la propiedad de estos inmuebles y solicitar su revalúo fiscal para rebajar de esta forma y de manera inmediata el pago de sus contribuciones a partir del año próximo», señaló.
El titular de la cartera económica también explicó que se pondrán facilidades a la hora de acceder a la documentación contable perdida o extraviada durante los desmanes para evitar a la empresas afectadas el cobro de multas y la aplicación de sanciones, por lo que se extendió hasta final de marzo la presentación de informes.
«Enfrentamos una situación excepcional por todos conocida que está generando problemas en empresas pequeñas, que está comprometiendo sus ventas y que involucra a dueños de empresas y emprendedores que están enfrentando dificultades económicas relevantes», señaló Briones.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) calculó unas pérdidas comerciales de más de 1.400 millones de dólares durante las protestas en el país contra la desigualdad y el Gobierno de Sebastián Piñera, y en las que han perdido la vida 20 personas, seis de ellas extranjeras.
De las pérdida calculadas, 900 millones de dólares serían solamente en destrozos y 500 millones de dólares por la falta de ventas, con unos 25.000 locales afectados y de ellos 10.000 pertenecientes a pequeñas y medianas empresas.
El alza en el precio del pasaje del metro de Santiago desató una oleada de protestas que derivó en demandas sociales más amplias para reducir la desigualdad.
EFE
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