Madrid, España. España vivió anoche una nueva jornada de protestas contra las restricciones contra el coronavirus, que por segunda noche tornaron en disturbios en Madrid, Logroño, Málaga, Granada, las tres capitales vascas, Igualada, Ceuta, Ibiza y Santander.
Los altercados, que se han extendido a otros puntos del país respecto a los ocurridos el viernes, se han saldado por el momento con 53 detenidos en todo el país, 33 en Madrid, 7 en Logroño, 5 en Santander, 4 en Igualada, 4 en Bilbao y un detenido en Málaga y otro en Ibiza. Doce agentes han resultado heridos.
Carreras, lanzamiento de objetos y quema de contenedores fueron el denominador común de unas protestas que, como ya ocurriese la noche del viernes, fueron convocadas desde las redes sociales para censurar el toque de queda y los confinamientos selectivos.
Pese a su similar desarrollo, la Policía cree que detrás están grupos profesionales de alborotadores y que no hay una organización que las coordine a nivel nacional.
La violencia en las calles, donde ha habido incluso saqueos, ha sido censurada como «intolerable» por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha apelado a la «responsabilidad, la unidad y el sacrificio» para vender la pandemia.
Un mensaje similar ha lanzado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha alertado de que «vivimos meses de esfuerzo y no es momento de relajar medidas». También la presidenta madrileña y el alcalde de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, han llamado a cumplir la ley para evitar la transmisión del virus.
Las protestas han generado además choques entre partidos.
Vox criticó ayer que los Mossos atribuyesen las concentraciones de Barcelona el viernes a la extrema derecha, culpando en su lugar a la extrema izquierda y a menores no acompañados. El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, les devuelve la acusación.
El vicepresidente segundo del Gobierno ha acusado a la «ultraderecha» de acometer una «estrategia de la tensión» y de promover disturbios «tirando la piedra y escondiendo la mano».
El respaldo de Vox a las protestas ha provocado además críticas de algunos diputados del PP, aunque no de su líder, Pablo Casado. El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha acusado al PP de ser igual al PSOE. «Vox apoya las protestas pacíficas y pide a la Policía que detenga a los delincuentes», ha defendido.
Todos los dirigentes han coincidido en agradecer su labor a las fuerzas y cuerpos de seguridad, que han reclamado más seguridad sanitaria y jurídica ante el aumento de concentraciones. Así lo ha reivindicado la Unión Federal de la Policía (UFP), que ha pedido más PCR y ser considerados personal de riesgo.
Las protestas vividas la pasada noche son análogas a las de la jornada anterior, con altercados en Barcelona, Valencia, Burgos y, Santander. En este último caso el fuerte despliegue policial impidió la concentración, pero no que los manifestantes se dispersaran por las calles cercanas a la plaza del Ayuntamiento, acordonada, y repitieran la quema de contenedores.
Las protesta más virulenta fue la ocurrida en la capital española, donde los enfrentamientos dejaron doce heridos, tres de ellos policías, y 33 detenidos -14 de ellos con antecedentes- y la Policía localizó varios cócteles molotov.
Desalojados de la Puerta del Sol y tras concentrarse un centenar de personas en Ópera, varias decenas de personas instalaron barricadas y quemaron contenedores en Plaza de España para cortar la Gran Vía. Antes de ser disueltos lanzaron objetos a los agentes, piedras contra escaparates y destruyeron mobiliario de la principal arteria madrileña.
La noche también fue violenta, con piedras y contenedores quemados en Logroño, por parte de 150 radicales. Hubo además saqueo en unos altercados que siguieron a una protesta pacífica. El saldo deja siete detenidos, aunque se esperan nuevos arrestos.
En el País Vasco cuatro jóvenes han sido detenidos en el centro de Bilbao. En Vitoria se han producido actos de vandalismo en el centro de la ciudad y en San Sebastián, Arrasate y Eibar, en Guipúzcoa, se han registrado daños por la quema de contenedores de basura.
Los fuegos y las carreras se han vivido también en la barriada de Huelin, en Málaga, con un detenido y un agente herido, en Granada o en Ceuta, donde los manifestantes cortaron una carretera y apedrearon a bomberos.
La violencia llegó también a Igualada, en Barcelona, con idénticos desórdenes públicos y a Ibiza, donde la protesta ha sido menos intensa pero también se han calcinado contenedores y un cajero.
Pese a que se han multiplicado por todo el país, dejando a su paso un calco de destrucción, éstas son según la Policía «convocatorias geográficas muy puntuales, no concertadas a nivel nacional y secundadas por grupos de alborotadores profesionales que participan en ellas sin motivación política alguna y con el único ánimo de provocar incidentes».
EFE noticias
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