La aclamada actriz colombiana Sofía Vergara se pone en la piel de Griselda Blanco, la ‘narcomadrina’ que enseñó a Pablo Escobar el ‘negocio’ y a ejercer la violencia sin miramientos, en ‘Griselda’, la nueva miniserie de Netflix sobre una mujer en un mundo de hombres y de crueldad que le arrebata todo.
La serie de seis episodios se estrenará el próximo 25 de enero, aunque este jueves salió el primer tráiler y se han conocido algunas imágenes de Sofía Vergara caracterizada como Griselda.
«Sofía tenía muchas ganas de interpretarla. Ella me llamó y me dijo ‘quiero ser Griselda Blanco'», relata Eric Newman, uno de los productores, que también produjo ‘Narcos’. De hecho, es la primera vez que la actriz es dirigida por un colombiano.
A Vergara se le suma un reparto mayoritariamente latino con el cubano Alberto Guerra, el argentino Martín Rodríguez, los colombianos Diego Trujillo y Paulina Dávila, y el hondureño-estadounidense José Zúñiga.
La colombiana consideró que Griselda es un personaje «cuyas despiadadas, pero ingeniosas tácticas le permitieron gobernar un imperio de miles de millones de dólares años antes que muchos de los más notorios capos masculinos que tanto conocemos», según los productores.
Historia de Griselda
En la Miami de los años 70, una mujer huye de Colombia con sus tres hijos dejando atrás la violencia y el mundo de las drogas en el que estuvo metida junto a su marido. Su «secreto» es que lleva 10 kilos de cocaína en la maleta para sacar algo de dinero con el que empezar una nueva vida en Estados Unidos.
Sin embargo, vender esa droga no es tan fácil y, después de hacer alianzas, se convierte en «la reina de la coca» en Miami, no sin antes superar el machismo del mundo del crimen.
«El hecho de que sea una mujer dice sobre su empoderamiento, su resiliencia, su trabajo y su disciplina; le tocaba trabajar 10 veces más fuerte que todos los demás para poder lograr su objetivo, que no era en último dinero, sino respeto (…) Eso es lo que la hace fascinante», dice el colombiano Andrés Baiz, director de ‘Griselda’, sobre esta criminal.
Griselda Blanco se destacó por su frialdad y condición sanguinaria, así como por introducir a las ‘mulas’ en el negocio: mujeres y hombres que transportan en sus cuerpos la droga hasta el destino final.
«Es una serie muy bella, muy linda de ver que no está tratando de imitar las series o las películas de narcos, sino hacer algo mucho más íntimo, más emocional», adelanta Baiz.
Antihéroes
Las producciones audiovisuales de Netflix sobre narcotraficantes han sido un éxito de audiencia valiéndose de las historias de violencia y desolación que trajeron —y traen— a Colombia y a los países latinoamericanos la cocaína y otras drogas.
En el caso de ‘Griselda’, es una serie «transgresora», es en últimas «un espejo frente al espectador para que nos analicemos y veamos nuestras complejidades».
Griselda Blanco nació en Cartagena de Indias en 1943 y tuvo muchos alias, entre ellos «la viuda negra», por supuestamente matar a dos de sus maridos durante las dos décadas que estuvo al frente del negocio de las drogas con la violencia como herramienta para tener poder.
«A mí me encantan los antihéroes, me gustan los personajes complejos porque puedo explorar la naturaleza humana mucho mejor que si estoy hablando de perder figuras heroicas», agrega el director, que ante el desafío de retratar a una narcotraficante y criminal sin caer en la idealización indica que la serie «condena esa forma de actuar» y recuerda que Griselda «tiene una caída, al final su vida es una tragedia».
Y efectivamente, después de ser la mujer que llevaba toda la cocaína a la Miami de los años 70 y 80, la ambición llevó a la caída de Griselda, quien pasó tres décadas en una cárcel estadounidense y en 2004 obtuvo la libertad.
«Es una tragedia, podemos ver que lo que la llevó a la cima es también lo que acabó con ella», dice Newman sobre Griselda Blanco, quien murió como vivió, asesinada en una calle de Medellín.
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