Tucupita.-La presencia de delincuentes con armas de guerra en distintos sitios del estado Delta Amacuro, causa pánico en la referida región. Indígenas denunciaron que los bandidos ingresan a las comunidades étnicas con el propósito de crear zozobra y esconderse después de cometer sus fechorías.

Los mal llamado “sindicatos” navegan por aguas del río Orinoco y someten a lancheros, también a sus pasajeros a quienes obligan a pagar vacuna para tener derecho a circular por dicho afluente.

El tráfico de combustible, drogas y trata de blanca es alarmante hacia Georgetown, capital de Guyana. La fuente indicó que las comunidades indígenas sufren por la presencia de los maleantes, igual contribuyen a que los jóvenes de las distintas aldeas incursionen en bandas armadas que se movilizan en embarcaciones con motores rápidos.

Funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, dio muerte a dos miembros del sindicato, cuando andaban tras la pista de “El Soldado”.

Confrontación armada

El supuesto enfrentamiento se registró en sector San Juan I del municipio Tucupita, estado Delta Amacuro. Uno de los bandidos portaba un arma larga y su compinche tenía una pistola, otros delincuentes pudieron huir al ver a los uniformados.

Fuente policial dice que el tiroteo se suscitó en la calle 2 de la referida comunidad, ellos le dieron la voz de alto y respondieron con disparos, Alison José Marcano Perales de 27 años cayó mortalmente herido, el mismo era conocido en los bajos fondos como “Alison”, tenía delito por resistencia a la autoridad, tráfico ilícitos de semillas, resinas y plantas, hurto agravado, producción de droga, también posesión indebida de arma de fuego.

“Cara e Vieja”, fue el segundo abatido por los oficiales, dicho antisocial era buscado por guardar relación con varios homicidios y  ser miembro de uno de los sindicatos que controlan la zona.

Municipio Antonio Díaz acosado por delincuentes

Waraos de las parroquias Luis Brión y Santos de Abelgas, denunciaron que la presencia de criminales en sus comunidades hace que los aborígenes no tengan tranquilidad.

Cinco son las comunidades del municipio Antonio Díaz que sufren a diario la incursión de los criminales. Se meten en sus viviendas y cargan con todo lo que encuentran a su paso, además, sus mujeres y adolescentes son abusadas por los zagaletones.

Dicen que la falta de seguridad favorece a estas bandas armadas, porque ellos se encuentran en sitios selváticos. Llegan en embarcaciones por el río Orinoco y el número de hombres es abrumador.

Víctimas advirtieron que de no conseguir solución al problema de inseguridad, tendrán que tomar la justicia por sus propias manos, situación que desean evitar.

Por último pidieron apoyo de los cuerpos de seguridad y altos oficiales de la Guardia Nacional y Ejército.

Bladimir Martínez Ladera

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