Santiago de Chile.-«¡Hemos eliminado a un futuro terrorista!», gritaron los militares que torturaron a Haydée Oberreuter hasta provocarle un aborto en los albores de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Corría el año 1975 y la ex-dirigente universitaria, de 21 años y embarazada de cuatro meses, fue secuestrada y conducida a un cuartel de la Armada chilena en la ciudad porteña de Valparaíso, donde sufrió todo tipo de atrocidades.
Su caso no fue el único, pero sí marcó un antes y un después en la historia chilena, pues se convirtió en la primera condena contra cuatro exmarinos por torturas a una mujer embarazada en Chile.
El documental «Haydée y el pez volador», que se estrena el próximo 25 de junio en distintas plataformas en linea en Latinoamérica y Estados Unidos, narra la desgarradora historia de esta mujer y el proceso jurídico que terminó en la histórica sentencia.
«Cuando (los militares) se enteraron de que estaba embarazada, como hicieron con otras tantas mujeres jovencitas que creíamos que íbamos a tener hijos para las patrias socialistas, deciden que hay que eliminar al terrorista que viene en camino», recordó a Efe Oberreuter, que ahora tiene 67 años.
El aborto forzado, en el que emplearon ácido, cables eléctricos y corvos, «me dejó una huella física y emocional imposible de describir y no me explico cómo sobreviví a ello», añadió desde su casa de Santiago, donde pasa el confinamiento por el coronavirus.
CADENA DE HECHOS FORTUITOS
La condena, dictada en 2017, fue posible gracias a una cadena de hechos fortuitos y al «desinteresado» y «solidario» trabajo de una periodista, que publicó por primera vez en 2004 el relato de Haydée; de un abogado, que leyó el reportaje y sin conocer a la protagonista interpuso una querella; y de un juez, que acogió la demanda.
«Decimos que es histórico porque la Armada de Chile hasta ahora apenas había sido juzgada, a diferencia de personal de otros cuerpos como el Ejercito, Carabineros (policía chileno)y la Fuerza Aérea», explicó a Efe la directora del documental, Pachi Bustos.
Durante la dictadura de Pinochet, que llegó al poder en 1973 tras derrocar con un golpe de Estado al presidente socialista Salvador Allende, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 40.000 fueron encarcelados y torturados por causas políticas.
«Si bien la condena alguien podría decir que es justicia poética porque la cumplieron en arresto domiciliario y no pasaron ni un día en la cárcel (…) sus hijos, sus nietos y sus familiares van a saber que fueron condenados por torturas y eso ya sienta un precedente importante», explicó Bustos.
EMBARAZOS Y ABORTOS EN CAUTIVERIO
Según la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, más de 3.500 mujeres fueron abusadas sexualmente durante la dictadura. Al menos 316 fueron violadas y 229 fueron detenidas estando embarazadas, de las cuales 20 abortaron y 15 tuvieron a sus hijos bajo presidio.
«Este país nunca buscó a esos niños y tienes el ejemplo al otro lado de la cordillera (en Argentina), donde los gobiernos y las familias han buscado a esos niños. En chile, siendo infinitamente menos las personas, no se ha querido saber qué paso», lamentó Oberreteur.
El estreno del documental, ganador este año del Premio del Público en el Festival de Cine Chileno, se ha pospuesto ya en dos ocasiones. La primera, el pasado noviembre, cuando el país estaba sumido en la mayor ola de protestas sociales desde el restablecimiento de la democracia en 1990.
Y la segunda, en abril, por la pandemia del nuevo coronavirus, que ya ha infectado a más de 160.000 personas y ha provocado 2.870 muertes en el país.
«Como el escenario es tan incierto y no sabemos qué va a ocurrir con las salas, optamos por esta oportunidad de estrenarlo online», reconoció la cineasta.
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