A medio año del fallecimiento de Liam Payne, ocurrido en octubre de 2024 en Argentina, las autoridades han determinado el destino de su legado económico.
Al no haber dejado testamento, las leyes de sucesión de Inglaterra y Gales establecen que su hijo Bear, de siete años, es el único heredero.
Dado que el hijo de Payne es menor de edad, su madre, Cheryl Tweedy, y el abogado Richard Mark Bray serán los encargados de administrar la fortuna, valuada en 32.2 millones de dólares, hasta que Bear cumpla la mayoría de edad.
Por otro lado, la expareja del cantante, Kate Cassidy, no recibirá ningún beneficio económico, pese a haber viajado con él a Argentina semanas antes del accidente.
La última noche del ex One Direction
Liam Payne había viajado a Buenos Aires para acompañar a su amigo y excompañero de banda, Niall Horan, durante una de sus presentaciones.
Según testimonios de empleados del hotel CasaSur, donde se hospedaba, el artista pasó sus últimos días en medio de excesos.
Testigos reportaron que el cantante pidió varias botellas de alcohol, recibió visitas no identificadas y causó destrozos en su habitación.
Además, se filtró una llamada al servicio de emergencias en la que un empleado del hotel alertaba sobre su comportamiento errático: «Está sobrepasado de droga y alcohol, rompiendo todo y podría ponerse en peligro».
La caída fatal y las consecuencias legales
Minutos después de esa llamada, Payne cayó desde el balcón de su habitación, ubicada en el tercer piso del establecimiento.
Las investigaciones confirmaron que estaba intoxicado al momento del accidente, lo que generó críticas hacia el personal del hotel por no haber intervenido a tiempo.
Tras una exhaustiva revisión del caso, varios empleados fueron detenidos por negligencia. Mientras tanto, el legado musical y financiero de Payne queda en manos de su único hijo, cerrando un capítulo marcado por la tragedia y las controversias.
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