Colláu Fancuaya.-Dos días después de su hazaña en el inédito Pico Jano, el australiano Jay Vine (Alpecin Deceuninck) firmó un heroico doblete en el estreno de la cima asturiana de La Fancuaya, donde llegó en solitario, en modo exhibición, en una jornada que reflejó la firmeza de Remco Evenepoel como líder y colocó a Enric Mas, Carlos Rodríguez y Juan Ayuso entre los 5 primeros.

Vine es el rey de las cimas inéditas. El ciclista «aussie» nacido en Townsville hace 26 años, forjado en la especialidad de montaña y profesional solo desde 2018, repitió la gesta del Pico Jano. Se infiltró en la escapada del día y atacó en el ascenso final para ganar a lo grande, sin oposición alguna, la octava etapa que unió Pola de Laviana y Colláu Fancuaya, de 153,4.

También como en el Pico Jano, Vine emergió entre la niebla, machacando los pedales con fuerza, con fuerza para alzar un brazo como vencedor. Doblete al bolsillo, su segunda victoria profesional. Por detrás llegó Marc Soler, pundonoroso él, a 43 segundos, acompañado de Taaramae. Pinot a 47 y el líder Remco Evenepoel con Enric Mas y Primoz Roglic a 1.20.

No aguantó el último tirón Carlos Rodríguez, y antes cedió Juan Ayuso, pero el dúo de la ilusión del ciclismo español ya están en el top 5, el granadino cuarto a 1.47 de la roja y el alicantino quinto a 2.02.

Los grandes de la general respondieron en una de las etapas claves de la Vuelta. Evenepoel va en serio, se muestra firme y le gusta mandar.

Es un jefe fiable, como creíble es la recuperación de Enric Mas, segundo a 28 segundos del belga, pero con la imagen de verlo en cabeza, en la refriega de los grandes. Mientras, Roglic, se tuvo que conformar con aguantar la rueda del maillot rojo. Es tercero a 1.01.

Salida de Pola de Laviana, habitualmente lanzadera para el Angliru. Esta vez para La Fancuaya. Era una etapa reina con 6 puertos y final en carreteras de las que apuntan al cielo, un tesoro expuesto por primera ve en la Vuelta, candidato a pasar al imaginario de la ronda por su dureza. Un examen para seguir despejando incógnitas en la ecuación de la general y podio.

Sin tregua desde el banderazo de salida, múltiples intentos de escapada, ganas de buscar la gloria, cada uno a su manera. En el km 25 se despegaron 8 hombres dispuestos a enfrentarse a los rigores de la geografía astur. Se apuntaron Mikel Landa, eliminado de la general, Marc Soler, el héroe de Bilbao, Lutsenko, Armirail, Taaramäe, Hamilton, Mads Pedersen, un esprinter desafiando a la montaña, y el «aussie» Jay Vine, el conquistador del Pico Jano.

Una aventura a la que se sumó el francés Pinot, uno de esos ciclistas que mueren matando. El grupo unió fuerzas, se entendió por el bien común y abrió una renta de 4 minutos a falta de 70 km de meta. Mientras, Jay Vine se ocupó de asegurarse el maillot de la montaña coronando en cabeza de grupo La Colladona (2a, 6,4 km al 7%), el Alto de la Mozqueta (2ª) 6,8 km al 6,6 y Santo Emiliano (3ª) 5,7 km al 5,3.

Diez contra el pelotón. El Quick Step de Remco Evenepoel asumió el ritmo de persecución. «Un equipo fuerte y con confianza», según el líder, quien ha preparado la Vuelta a fondo, recorriendo en primavera los puertos del fin de semana en Asturias.

En la cima del Tenebreo (3ª), 5,3 km al 6,2, a 50 de meta, la diferencia se mantenía en 4 minutos. Ya se había retirado el monegasco Victor Langellotti (Burgos BH), con fractura de clavícula y conmoción cerebral. El triunfo se estaba cocinando delante. No había prisa en la zona noble.

Por delante, el Groupama contaba con mayoría absoluta. Pinot, remolcado por Armirail y Reichenbach, avisó de su intenciones en el ascenso a la penúltima dificultad, el Puerto de Perlavia (3ª), 4 km al 7,7. Vine sumó 30 puntos para el maillot de faralaes. Objetivo cumplido. También para el danés Pedersen, nuevo maillot verde al pasar en cabeza por el esprint intermedio de Grado.

Último escollo de la jornada. Todos hacia lo desconocido, a un destino sin conquista. El Colláu Fancuaya, una primera de 10,1 km al 8,5% con rampas del 19 imponía respeto, una zona frecuentada por los «bikers» de la BTT.

Enseguida empezaron a despejarse las incógnitas. De nuevo apareció la figura de Jay Vine para demostrar sus condiciones de escalador. La clase magistral de Pico Jano no fue una casualidad, ni un golpe de suerte. El australiano atacó a 6 km de la cima, eliminó a más de la mitad, entre ellos a Landa, y emprendió el camino hacia la gloria.

Ya no hubo debate, hubo ordeno y mando. Vine subió más que los precios, confiado, poderoso, hizo inútil la persecución de Pinot, Taaramae y Soler y apartó la niebla para cruzar la meta no sin ants echarse la mano a la cabeza. Increíble, pero cierto. Ya había logrado el doblete.

Quien se lo iba a decir a un ciclista que progresó en el ciclismo a través de la plataforma virtual Zwift Cycling Academy, donde durante la pandemia logró un triunfo que le permitió firmar un contrato por una temporada con el equipo Alpecin Deceuninck de cara al año 2021.

Mientras Vine ya disfrutaba en la cima, el Quick Step alborotaba la zona noble, de donde salieron en comandita Evenepoel, Enric Mas, Roglic Carlos Rodríguez y Simon Yates. El líder en su papel de patrón, en la línea de demostrar que es realmente un corredor para pruebas de tres semanas.

Resta otro asalto en Asturias, en Les Praeres. La general se va perfilando, y se confirma que el ciclismo español se puede animar un poco. Entre Mas, Rodríguez y Ayuso hay motivos para ellos.

Este domingo se disputa la novena etapa entre Villaviciosa y Les Praeres (Nava), de 171,4 km. Jornada con 5 puertos y final en alto tras un ascenso de 4 km al 12,9 de pendiente media.

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