Caracas.- El Gobierno venezolano ordenó el desalojo de una residencia estudiantil en Caracas para albergar a los contagiados asintomáticos de la COVID-19 en el país, denunciaron este martes los estudiantes que aún permanecen en el recinto.

«No estamos de acuerdo con que se desalojo porque les da la gana», dijo a Efe el universitario Román Pérez, quien vive desde hace tres años en el edificio. «Están violando nuestros derechos como estudiantes, con esta pandemia no podemos desalojar la residencia», añadió.

El joven -oriundo del estado de Bolívar (sur), a unas 12 horas de Caracas- señaló que, en el edificio, muchos tienen pertenencias como neveras, cocinas o computadoras, difíciles de trasladar en medio de las restricciones a la movilidad ordenadas por el Ejecutivo venezolano para frenar los contagios del nuevo coronavirus.

Por su parte, el estudiante de arte David Cisneros dijo a Efe que la orden de desalojo fue notificada el lunes, y que les dieron tres días para abandonar la residencia, bautizada en 2013 como Livia Gouverneur en honor a una activista comunista que se opuso con violencia al primer Gobierno democrático de Venezuela.

«No estamos dispuestos a abandonar el espacio, allí es donde vivimos», agregó.

En un audio que enviaron los estudiantes a varios medios de comunicación se escucha la voz de una mujer, que no se identifica, asegura que el recinto no cuenta con agua potable y parte de su infraestructura está dañada, por lo que es imposible albergar contagiados con la COVID-19 allí.

Asímismo, señala que la residencia cuenta con una población activa de unas 400 personas y que las pertenencias de todos están en el sitio.

Pero el ministro de Educación Universitaria de Venezuela, César Trompiz, dijo en Twitter que solo hay 90 estudiantes en el edificio, y que a todos se les garantizará «el sano retorno a sus hogares y, al retornar las clases, su readmisión», extremo que niegan y denuncian los afectados.

La residencia Livia Gouverneur fue entregada a los estudiantes en 2013 por el Gobierno de Nicolás Maduro, un año después de que el fallecido presidente Hugo Chávez prometiera los espacios a los jóvenes.

Los afectados, que se declaran, en su mayoría, chavistas, valoran el hecho como una traición al legado de Chávez y a su compromiso con el pueblo, y acusan al Gobierno del desalojo.

La pretensión de usarlos para albergar pacientes de la COVID-19 hace parte de los esfuerzos del Gobierno de Nicolás Maduro para contener la enfermedad, que según el último parte, ofrecido ayer, padecen 12.334 personas, con 116 muertes.

EFE

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