Puerto Ordaz.-El viacrucis de los venezolanos para conseguir alimentos a mejores precios, deben saltar varios obstáculos en el camino, como: la falta de efectivo, un salario pírrico, escasez de transporte, precio del pasaje, cuarentena, entre otras deficiencias que perjudican el día a día del consumidor.
Un kilo de queso rondan entre los 700 mil bolívares, en algunos sitios y en otros 640 mil bolívares. Un cartón de huevos se ubicó entre los 730 mil bolívares 800 Bs.
En mercados municipales ambos artículos de la cesta básica se consiguen en otros precios, sin embargo, el consumidor debe cancelar en efectivo para poder ahorrarse 100 a 150 mil bolívares.
Carlos Lares, dijo que el abuso y especulación se percibe con mayor frecuencia en zonas residenciales, tanto en bodegones como en mini supermercados y bodegas.
“El valor de los alimentos supera cualquier tipo de abuso. Comerciantes no tienen contemplación del consumidor, ellos quieren ganarles a cada producto el doble del costo real y la persona tiene que aceptarlo…, o lo compras o lo dejas”.
Expresó, “vivimos un momento en que el pez grande se come al pequeño. Muchos mortales se aprovechan de la miseria humana, cada quien está por resolver lo suyo, el otro no vale nada”.
Aunque, el entrevistado si cree que aún se consigue gente con sensibilidad humana, “pero son muy pocas, se puede contar con los dedos de la mana”.
Propietario de uno de los negocios del sector Gran Sabana, Puerto Ordaz, aseguró que las ventas habían bajado, “el consumidor cuando ve los precios sale corriendo, llega solo a preguntar, luego se queda pensando y sale cabizbajo”.
Carmen Parra, manifestó que tiene mucho tiempo que no sabe lo que es saborearse una pieza de pollo, mucho menos un trozo de carne, “en la casa, vivimos tres adultos y dos niños, desayunamos y almorzamos con arepa, arepa pela, sin nada adentro”, acotó.
Bladimir Martínez Ladera
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