La Iglesia católica hondureña reaccionó este martes con sorpresa ante la «gran resonancia» que ha tenido una convocatoria hecha, junto con la Confraternidad Evangélica, a una ‘Caminata de oración por Honduras’ para el próximo 16 de agosto, cuestionada por algunos sectores del oficialismo y en medio de una gran crispación política antes de las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.
«Nos ha sorprendido la gran resonancia que ha tenido la convocatoria hecha por la Conferencia Episcopal, junto con la Confraternidad Evangélica, para una Caminata de oración por Honduras, que realizaremos el próximo 16 de agosto», indicó la Conferencia Episcopal en un comunicado.
La Conferencia agregó que «ante reacciones diversas, respetamos la opinión de todos, pero, desde la fe católica e inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia reiteramos nuestro deseo y compromiso por una nación de justicia y paz, conforme a los principios democráticos de la Constitución».
La caminata fue convocada el pasado 18 de julio por las Iglesias católica y evangélica en momentos de mucha tensión política, intolerancia y ataques con insultos entre algunas de las principales figuras de los tres partidos mayoritarios, a menos de cuatro meses de las elecciones generales, lo mismo que una crisis en el Consejo Nacional Electoral (CNE), que al parecer fue superada el pasado lunes con un acuerdo entre los tres consejeros que lo integran.
Por su parte, el comisionado presidencial, Miguel Briceño, propuso la semana pasada que le suspendieran la personería jurídica a la Conferencia Episcopal, luego de que su presidente, el pastor Gerardo Irías, criticara las ideologías de izquierda y derecha y afirmara que el actual Gobierno hondureño es afín a los regímenes de Nicaragua y Venezuela.
En la misma vía, el pasado lunes, la candidata presidencial del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, también atacó la marcha y en un mensaje en la red social X dijo, entre otros puntos, que «el verdadero rostro de esta caminata es político, es impedir que continúe el cambio y la refundación, y detener a esta mujer que se niega a arrodillarse ante el poder de las 10 familias y los 25 grupos económicos» que existen en el país.
Imparcialidad
Las dos iglesias reiteraron hoy su «imparcialidad» y que defienden «el legítimo derecho que cada ciudadano tiene a elegir la propuesta que considere mejor para el bien del país».
«Todo lo que se diga fuera de estas propuestas, serán especulaciones de uno u otro tipo, que quedan fuera de nuestra recta intención», señaló la Conferencia Episcopal, que además invitó «a todos a orar por Honduras».
«Y, en particular, oremos por quienes aspiran a ser electos como servidores públicos», añade el comunicado.
El 18 de julio las dos iglesias expresaron que «la voluntad de los ciudadanos, legítimamente expresada en las urnas, debe ser respetada el 30 de noviembre y cada cuatro años. No olvidamos el pasado, pero miramos al futuro, y lo hacemos con esperanza y determinación».
Además, los convocantes invitaron a «todos los hondureños de fe» a una «extensa oración por Honduras», que incluirá la caminata en diferentes ciudades del país.
«Vamos a caminar juntos, en paz y esperanza, para expresar nuestro deseo de una Honduras de justicia, libertad, unidad, paz, desarrollo y respeto. Oramos por una Honduras con valores, no solo porque la queremos, sino que, con perseverancia, la creemos posible», expresaron las dos instituciones religiosas.
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