Madrid, España. El Gobierno español insistió este lunes en que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, no entró en España la semana pasada, por lo que cumplió con las sanciones de la Unión Europea (UE) que impiden que «entre» en el territorio de un Estado miembro o «transite por él».
En relación con la polémica suscitada por el «encuentro» entre un ministro español y Rodríguez en el aeropuerto de Madrid, fuentes del Ministerio español de Interior explicaron a Efe que la Policía actuó como habitualmente ante la llegada de personas sobre las que pesa una alerta de Interpol, una sanción comunitaria o carecen de visado para entrar en territorio europeo.
«Se garantizó que no entrase ni transitase por España», subrayaron hoy las fuentes.
Según el artículo 6 de la decisión adoptada en 2017 por el Consejo de Ministros de la UE ante el «continuo deterioro de la democracia, el Estado de derecho y los derechos en Venezuela», los Estados miembros deben adoptar «las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él» las personas responsables de violaciones o abusos graves de los derechos humanos.
El nombre de Delcy Rodríguez fue incluido en el listado de personas en 2018 junto con el de otros altos cargos del Gobierno de Nicolás Maduro, por «menoscabar la democracia en Venezuela» y usurpar competencias de la Asamblea Nacional y utilizarlas para atacar a la oposición.
Transitar, según Interior, es entrar en el país y Delcy Rodríguez no lo hizo.
Según las fuentes consultadas, esta sala, al igual que otras dependencias del aeropuerto como la de inadmitidos o la de peticionarios de asilo, no son territorio español.
POLÉMICA POLÍTICA INTERNA
En España, esta cuestión originó una fuerte polémica política y mediática, con duras críticas y exigencias de explicaciones por parte de la oposición de la derecha, que hoy reiteró que planea pedir una comisión parlamentaria de investigación.
El ministro español de Transportes, el socialista José Luis Ábalos, negó este domingo que mantuviera una «reunión» con Rodríguez, ya que fue «un encuentro, un saludo», que duró 20 o 25 minutos, y recalcó que se garantizó el cumplimiento de las normas de la UE que prohíben a ella y otros dirigentes venezolanos entrar en su territorio.
Entrevistado en el canal televisivo laSexta, el ministro reiteró que no hizo «nada mal» ni que diera versiones contradictorias, sino que prestó un «servicio» a España.
«No he tenido ninguna reunión, fue un encuentro, un saludo», dijo, para transmitir a la vicepresidenta venezolana la inquietud del Gobierno español y «recordarle que no podía entrar en España».
Ábalos explicó que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le había comunicado que, según Exteriores, en el avión que trasladaba a Madrid al ministro venezolano de Turismo, Félix Plasencia, para participar en la feria de turismo (Fitur) viajaba también la vicepresidenta de venezolana.
El ministro español se dirigió al aeropuerto porque iba a recoger a Plasencia, que es amigo personal suyo, y accedió a la pista hasta la puerta del avión. Subió al aparato y le presentaron a Rodríguez.
Tras reconocer que era una situación un poco «violenta» decirle que no podía entrar en España, Delcy Rodríguez le comunicó que lo tenía claro y que se iba a Turquía, según el ministro español.
EFE
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