La incertidumbre por las crecientes tensiones entre Caracas y Washington tiñe la Navidad 2025 en Venezuela, aunque los ciudadanos intentan mantener el espíritu festivo con compras y decoraciones pese a la crisis económica.
Caracas y otras ciudades lucen adornos luminosos y tiendas especializadas en guirnaldas y pinos naturales que superan los 200 dólares, inaccesibles para el salario mínimo de 53 centavos.
Jessica Salas, estudiante de 34 años, compró adornos sencillos para el colegio de su hija y ve «todo demasiado tranquilo», aunque admite nervios por posibles problemas: «Vamos a pagar los que no tenemos nada que ver». Samuel Grabli, de 66 años en una tienda, nota más peatones preguntando precios, esperando ventas en diciembre pese a la baja demanda.
Andrea Dezerega, de 39 años retornada del exterior, confía en que el venezolano «siempre tiene una sonrisa» para afrontarlo todo mientras elige un pino natural.
Tensión
Una ingeniera civil anónima de 49 años planea un árbol para sus hijos de 7 y 9 años, pero se siente «súper nerviosa» por temores de intervención: «Mis padres no quieren salir de la casa». Conoce familias acaparando alimentos y lamenta la «inflación terrible» que reduce el poder adquisitivo.
La cancelación de vuelos internacionales por alertas de la FAA agrava el temor a no reunirse en fiestas, en medio del despliegue militar de EE.UU. en el Caribe.
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