Ginebra.- El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debatió este jueves la situación de las libertades fundamentales en Venezuela, donde según la alta comisionada Michelle Bachelet ha habido «algunos pasos en la dirección correcta» en los últimos meses, aunque también alertó de la persistencia del acoso a activistas.

En su informe actualizado ante el Consejo, que cubrió eventos desde el pasado septiembre, Bachelet denunció 93 ataques al espacio cívico y democrático, incluyendo 24 casos de criminalización y amenazas a activistas de la sociedad civil, periodistas y otros elementos.

También se cerraron desde el pasado año al menos ocho emisoras de radio y se han bloqueado siete sitios web de medios de comunicación, destacó la alta comisionada sobre derechos humanos, quien insistió en que «el pueblo venezolano tiene derecho a fuentes de información independientes».

Bachelet recordó también que 12 personas cuyos casos son seguidos por grupos de derechos humanos siguen en detención arbitraria, y criticó la reciente persecución de la ONG Fundaredes, con más de dos décadas de activismo y cuyo director Javier Tarazona, con una salud en deterioro, sigue detenido.

De igual forma, Bachelet destacó la presencia de grupos irregulares armados a lo largo de la frontera, a los que llamó «actores armados no estatales».

“Los enfrentamientos en el estado de Apure han provocado el desplazamiento forzado de cientos de venezolanos, muchos de ellos indígenas”, añadió

“Hago un llamado a las autoridades para que investiguen todas las denuncias de violaciones y abusos de los derechos humanos, con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas”, exhortó Bachelet.

Pese a las críticas, el informe de la alta comisionada, quien este lunes tuvo un encuentro virtual con el presidente venezolano Nicolás Maduro, fue más positivo que en sesiones anteriores del Consejo, al reconocer algunos avances por el buen camino y creciente colaboración entre su oficina y las autoridades del país.

Pasos adelante en justicia interior

Por ejemplo, las reformas en marcha del sistema de justicia, la reestructuración de la policía nacional, la prohibición de enjuiciar civiles en tribunales militares o las medidas para enfrentar el hacinamiento en centros de detención preventiva «son pasos prometedores», reconoció Bachelet.

Estas reformas «deben implementarse de manera significativa, genuina y efectiva para abordar las violaciones de derechos humanos del pasado y evitar que se repiten», afirmó la expresidenta chilena.

La alta comisionada también valoró positivamente la reciente firma de un memorando de entendimiento entre Venezuela y la Corte Penal Internacional, que en noviembre abrió un examen preliminar sobre posibles crímenes de derechos humanos en el país.

Del mismo modo, Bachelet recordó que en los últimos seis meses agentes estatales han sido condenados «en tres casos emblemáticos, entre ellos el del homicidio y tortura del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo».

También destacó que las elecciones regionales de noviembre se celebraron «en gran medida de forma pacífica», con acceso amplio a ellas por parte de las misiones internacionales de observación y acciones tomadas por el Consejo Nacional Electoral para garantizar la legitimidad del proceso.

Discrepancia venezolana, pero voluntad de colaborar

Tras la intervención de la alta comisionada, tuvo derecho a réplica el embajador venezolano ante la ONU en Ginebra, Héctor Constant, quien aseguró que algunas críticas del informe «no se ajustaron a la realidad» y «no tuvieron en consideración la información compartida por nuestro Estado».

«Vemos con preocupación la reminiscencia de elementos que instrumentalizan los derechos humanos con fines políticos, lo cual se aleja del objetivo de promoción de los derechos humanos del Consejo», lamentó el diplomático.

Constant también subrayó que el presidente Maduro se comprometió en su conversación con Bachelet esta semana a «primar la transparencia y la voluntad manifiesta de cooperación».

En este sentido, el diplomático subrayó que la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos que dirige Bachelet ha reforzado su presencia en Venezuela en los últimos años, y aseguró que «sus funcionarios cumplen su mandato con total libertad y apoyo de los órganos competentes del Estado».

Tanto la alta comisionada como el embajador reiteraron su petición del levantamiento de las sanciones que países como Estados Unidos siguen imponiendo a Venezuela, y que en palabras de Constant «violan el derecho internacional y constituyen un delito de lesa humanidad». EFE

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store