Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), una combinación de condiciones atípicas en el Caribe y las repercusiones del fenómeno de El Niño en el Pacífico han resultado en una notable disminución de las precipitaciones (sequía) en Costa Rica.

Esta sequía en Costa Rica ha llevado a una reducción en los niveles de agua de los embalses gestionados por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), lo que ha desencadenado una serie de racionamientos eléctricos programados que comenzarán este lunes 13 de mayo.

Medidas de contingencia

El ICE ha enfatizado que es deber de cada distribuidora de electricidad en el país publicar los horarios de suspensión del servicio, basados en la potencia que se necesite desactivar del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Estas interrupciones se llevarán a cabo durante el día, con una duración de entre una y tres horas, de lunes a viernes, y siempre se notificará con anticipación a las comunidades afectadas.

Respuesta gubernamental

El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, ha declarado que el Gobierno está colaborando estrechamente para ofrecer soluciones, aunque es el ICE quien lidera la gestión de esta crisis.

Se ha establecido una coordinación estratégica entre la Comisión Nacional de Emergencias, el Ministerio del Ambiente y el sector agrícola para abordar la situación.

Situación de los embalses

El ICE administra cinco embalses principales: Arenal, Cachí, Angostura, Pirrís y Reventazón.

Sin embargo, el Gobierno ha mencionado solo cuatro de ellos, que son los que enfrentan mayores dificultades para alcanzar los niveles de agua previstos, lo que ha activado las alarmas.

Se ha especificado que Angostura, al ser un embalse de regulación semanal, presenta una dinámica distinta y no es comparable con los demás.

La crisis de la sequía

Daniel Poleo, meteorólogo del IMN, ha informado a CNN que el fenómeno de El Niño ha provocado una escasez de lluvias, especialmente en el Pacífico central y norte, pero el déficit más grave se ha observado en el Caribe debido a otros factores.

Aunque históricamente El Niño ha significado menos lluvias en el Pacífico y más en el Caribe, la tendencia se ha invertido entre julio de 2023 y abril de 2024, resultando en una sequía generalizada en el país.

Consecuencias y perspectivas

El IMN ha reportado una disminución del 43% en las lluvias en el Caribe norte durante 2023, impactando directamente el embalse Arenal, que depende en un 40% de las precipitaciones.

Este fenómeno se asocia con el calentamiento del Océano Atlántico y el Caribe, que ha alcanzado temperaturas récord en los últimos 30 años.

Además, ICE ha señalizado que, aparte de Arenal, los demás embalses operan «al filo de agua», y la disminución del viento ha afectado también la producción de energía eólica, que contribuye con el 10% de la energía del SNE.

La búsqueda de soluciones

Roberto Quirós, gerente de Electricidad del ICE, ha comunicado que, aunque se está buscando energía disponible en toda Centroamérica, la situación actual requiere precipitaciones o vientos para ser resuelta.

Por último, el ICE ha garantizado que los centros de salud, hospitales y clientes de alta tensión, como las zonas francas, no se verán afectados por las medidas de racionamiento implementadas.

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