Policías paquistaníes desplegados en Islamabad este 27 de noviembre. EFE/EPA/SOHAIL SHAHZAD

La capital de Pakistán continúa fortificada después de que los simpatizantes del ex primer ministro Imran Khan dejaran las protestas contra el Gobierno a raíz de una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad con un número incierto de víctimas que grupos independientes piden que sea investigada.

El partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) de Khan ha dado cifras contradictorias sobre el número de muertos en la capital.

Inicialmente cifraron en cien el número de muertos, pero posteriormente rebajaron la cifra hasta situarla en doce víctimas mortales, aunque EFE no pudo confirmarlo con fuentes oficiales.

El partido opositor del ex primer ministro paquistaní Imran Khan acusó este jueves al Gobierno de Pakistán de ocultar el número real de sus partidarios muertos durante la redada que tuvo lugar entre el martes y el miércoles.

«El Gobierno está ocultando la cifra real de muertos para evitar una reacción violenta de las masas», declaró el jueves a EFE el portavoz del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), Ahmed Janjua.

El proceso de verificación sigue en marcha y seguramente se confirmarán más muertes, ya que cientos de simpatizantes del partido siguen desaparecidos, dijo el portavoz.

Heridos trasladados al hospital

Los funcionarios de los hospitales a los que han sido trasladados los heridos y los muertos decidieron no pronunciarse sobre la cifra total de víctimas mortales.

«No nos permiten hablar de los muertos y heridos que han llegado al hospital», afirmó un funcionario del Hospital PIMS, el mayor de Islamabad, bajo condición de anonimato.

Fue el pasado martes cuando decenas de miles de partidarios de Khan irrumpieron en Islamabad desafiando al Gobierno con un cierre patronal y barreras de seguridad, haciendo desplegar cerca de 30.000 efectivos de seguridad del ejército, paramilitares y de la Policía, para hacer frente a los manifestantes, según informaron anteriormente a EFE funcionarios de la Policía capitalina.

El Ministerio del Interior emitió un orden para «disparar a discreción» contra los «malhechores», en un intento de impedir que la multitud alcanzara la sensible ‘Zona Roja’ de Islamabad, que alberga importantes edificios gubernamentales y misiones diplomáticas.

Allí, las Fuerzas lanzaron una operación, abriendo fuego contra los manifestantes, según denunció el partido PTI.

Consecuentemente, la formación dijo que suspendía la protesta «ante la brutalidad del Gobierno y el plan de éste en convertir a la capital en un matadero».

A su vez, el PTI destacó el caso de periodistas desaparecidos que trabajaban en la zona reportando sobre lo sucedido.

Matiullah Jan, uno de los periodistas más destacados de Pakistán, se encontraba trabajando en un reportaje sobre el número de muertos y heridos cuando fue capturado por «hombres desconocidos» en las instalaciones de un hospital, según declaró su hijo, Abdul Razaq, en la red social X.

Secuestro de periodista

En una publicación en X, el PTI afirmó que otro periodista, Shakir Mehmood Awan, había sido secuestrado en la ciudad de Lahore el miércoles por la noche.

Amnistía Internacional (AI) solicitó ayer una investigación «urgente y transparente» sobre las muertes y lesiones ocurridas durante las últimas protestas.

Durante la manifestación del PTI, las autoridades detuvieron a casi 1.000 de sus simpatizantes, confirmó la policía de Islamabad.

Imran Khan – que fue primer ministro de Pakistán entre 2018 y 2022, hasta que fue desalojado del poder por una moción de censura – se encuentra en prisión desde agosto de 2023 y con decenas de causas pendientes.

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