Israel piensa seguir adelante con su operación militar en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, donde, según dijo este viernes su embajador ante la ONU, Gilad Erdan, quedan «8.000 terroristas» de Hamás ocultos en la ciudad.
Erdan se dirigía este viernes a los miembros del Consejo de Seguridad, precisamente después de que la mayoría de ellos hubieran pedido expresamente que no lleve a cabo esa operación por la gran acumulación de civiles palestinos en esa ciudad que no tienen a donde ir.
Según Erdan, Israel ha «desmantelado» 18 batallones de Hamás, pero quedan activos cuatro en las calles de Rafah, con «8.000 terroristas», y por ello «no hay ruta alternativa al alto el fuego que no pase por (el ataque a) Rafah», dijo.
«No puedes extinguir un incendio apagando solo la mayor parte, pues el fuego se encenderá de nuevo. Eso es lo que pasará sin una operación en Rafah. Israel no ve otra alternativa», continuó.
En Gaza no existe hambruna
Por otra parte, Erdan negó que en Gaza exista hambruna, y dijo que los informes de la ONU que aseguran que 1,1 millón de gazatíes están ya a punto de caer en ella son «narrativas difamatorias», producto de «una herramienta de la propaganda de Hamás que la ONU ha optado por hacer suya».
Según Erdan, si la ayuda humanitaria que entra en Gaza no llega a su población -18.283 camiones con 300.000 toneladas de ayuda, según sus cifras- es porque «Hamás saquea la mayor parte para ellos mismos», dijo, sin reconocer los múltiples obstáculos que el ejército de Israel está poniendo a la entrada de ayuda.
Es más, Erdan llegó a decir que «Israel ha dado pasos que ningún otro ejército en ningún otro conflicto ha dado nunca con el fin de evitar las víctimas civiles».
La guerra en Gaza ha costado hasta el momento la vida a 32.000 personas, de las que más de la mitad eran mujeres y niños.
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