Roma.- Italia convocó hoy al embajador ruso en el país, Sergey Razov, para expresarle el rechazo a las acusaciones expresadas por el Ministerio de Exteriores ruso sobre la «falta de moralidad» de algunos representantes de instituciones, así como la supuesta implicación de los medios de comunicación del país en una campaña de rusofobia.
«El Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Embajador Ettore Francesco Sequi, convocó esta mañana al embajador de la Federación Rusa en Italia, Sergey Razov, por instrucción del ministro Luigi Di Maio, y de acuerdo con el Gobierno», comunicó hoy la diplomacia italiana en una nota.
La Embajada rusa en Roma denunció este fin de semana la existencia de una «creciente campaña rusófoba» en Italia que, a través de los medios de comunicación, los bancos y las instituciones, pretendía discriminar a los ciudadanos rusos que viven en el país y alimentar «sentimientos antirrusos» entre la población.
Sequi expresó al embajador su firme rechazo «a las acusaciones de falta de moral de algunos representantes de instituciones y medios italianos, expresadas en recientes declaraciones del Ministerio de Exteriores ruso», así como a «las insinuaciones relativas a la supuesta implicación de los medios de comunicación de nuestro país en una campaña antirrusa».
El secretario de Exteriores «renovó la condena por el ataque injustificado a Ucrania por parte de la Federación Rusa y reiteró la esperanza del Gobierno italiano de que pronto se pueda alcanzar una solución negociada al conflicto sobre una base equitativa y de conformidad con la soberanía ucraniana y los principios del derecho internacional».
También se comunicó al embajador ruso «la importancia de definir rápidamente un acuerdo para desbloquear las exportaciones de granos de los puertos ucranianos a fin de evitar consecuencias graves para la seguridad alimentaria mundial».
El embajador Razov publicó este sábado en su perfil de Facebook extractos de un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores «sobre las violaciones de los derechos de los ciudadanos y compatriotas rusos en el extranjeros».
Entre los episodios denunciados citaba, por ejemplo, «la gran campaña lanzada en Italia contra la cultura rusa», como la decisión del alcalde de Milán, Giuseppe Sala, de excluir al director de orquesta Valery Gergiev del mítico teatro de «La Scala».
En el informe también se acusa a los medios de que «la transmisión de información sobre los acontecimientos se lleva a cabo exclusivamente sobre la base de fuentes occidentales o ucranianas».
Ante estas declaraciones, Di Maio respondió que «en Italia nadie está llevando a cabo una campaña antirrusa y los medios solo han informado sobre las crueldades cometidas por el ejército ruso».
«Necesitamos mantener un canal abierto de diálogo con Rusia, porque solo Rusia puede llevarnos a la paz, y eso es lo que estamos haciendo. Al mismo tiempo, nuestros medios no pueden recibir lecciones de periodismo de Rusia y mucho menos recibir amenazas”, añadió.
EFE
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