Roma.- Las autoridades italianas ordenaron hoy (sábado) el desembarco en Lampedusa de los 28 menores no acompañados que están entre los 134 rescatados a bordo del barco «Open Arms», a solicitud del primer ministro, Giuseppe Conte, y pese a las reticencias del titular del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini.
La policía italiana se encuentra ya en el muelle del puerto de Lampedusa para el inicio de las operaciones de desembarco desde el barco de la ONG española Open Arms, que hoy se declaró en estado de necesidad después de más de dos semanas sin poder desembarcar a los migrantes.
Conte había enviado por segunda vez una carta a Salvini urgiéndole a permitir desembarcar inmediatamente a los menores, a lo que el líder de la ultraderechista Liga respondió que tomaba nota, y que a pesar de no estar de acuerdo, «como otro ejemplo de colaboración leal, tomaré medidas para que no haya obstáculos a que se ejecute esta orden».
Hacinados
Pero Salvini reitera que su posición respecto al Open Arms no ha cambiado y denuncia que «mientras Madrid no mueve un músculo, las presiones se multiplican sobre Italia».
Mientras, la Justicia italiana ha ordenado una inspección médica en el «Open Arms» para constatar las condiciones higiénico-sanitarias en que se encuentran los 134 migrantes a bordo después de más de dos semanas hacinados en cubierta.
La orden fue dada hoy por la Fiscalía de la ciudad de Agrigento (Sicilia), que desde ayer investiga por un presunto delito de secuestro de personas -contra nadie en concreto- y los médicos encargados verificarán especialmente el estado de los menores.
Estado de necesidad
Todo ello después de que la nave de la ONG española se declarase este sábado «en estado de necesidad», mientras Salvini mantiene su prohibición a que el barco atraque en un puerto del país pese a que un tribunal italiano dejó sin efecto esa orden.
«Después de 16 días a la espera de un puerto seguro donde desembarcar, de 6 evacuaciones médicas y de haber informado sobre nuestra situación a las autoridades, sin que hayamos obtenido ninguna respuesta, nos encontramos en situación de necesidad y ya no podemos garantizar la seguridad de las 134 personas a bordo», señaló hoy la ONG.
El barco se encuentra fondeado junto a las costas de Lampedusa desde hace dos días sin que se haya autorizado el desembarco de los migrantes, mientras la tripulación denuncia el deterioro de la situación a bordo.
El fundador de Open Arms, Oscar Camps, lanzó hoy un llamamiento desesperado para que Italia permita desembarcar a los migrantes, al no poder garantizar su seguridad y ante el temor de que se produzca un motín, y dijo que tanto los rescatados como la tripulación están «secuestrados».
Camps apeló al presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, para que «proteja los derechos de los ciudadanos españoles que tienen a su cargo la seguridad de las personas en un buque con pabellón español que está secuestrado en aguas italianas».
EFE
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